La Comunidad de Regantes de Vila-real realiza esta semana tareas de mantenimiento en buena parte de los dos kilómetros de tramo urbano de la Séquia Major. Operarios con maquinaria especial se encargan de arrastrar, concentrar y sacar el lodo para facilitar la circulación del agua y evitar un colapso en la canalización.

Las tareas se concentraron ayer en la zona del jardín de Jaume I, justo en el cruce en la calle José Ramón Batalla. Arrancaron en la parte norte y continúan por el sur hasta mañana viernes, para que el sábado se pueda regar a goteo. Un tractor desarrolla el grueso de los trabajos, que después completan con cepillos para cargar los restos en camiones.

En esta ocasión, no se desarrolla una intervención tan contundente como la que tuvo lugar en febrero del pasado año, cuando retiraron cerca de 400.000 kilos de basura y barro acumulados en el sifón que salva la avenida Cedre, el único que existe y funciona en la parte del canal que discurre por dentro de la ciudad.

PLANIFICACIÓN // El Sindicato de Riegos (órgano rector de la comunidad de regantes) impulsa las labores. Su secretario, Manuel Rubert, explica que tras la importante operación del 2017 acordaron «ejecutar con periodicidad la limpieza de la infraestructura hídrica, de forma anual o cuando sea necesario, con el fin de sacar los residuos que se almacenan y conseguir una mayor fluidez del agua para el riego».

Además, un trabajador del ente se encarga de retirar todas las semanas los restos que se acumulan en la reja que actúa de filtro en la entrada del sifón del Cedre. El próximo año prevén ejecutar una nueva limpieza íntegra en este punto, donde en 1997 encontraron incluso balas y una bomba datadas en la guerra civil.

CIVISMO // Por otro lado, el colectivo de regantes hace un llamamiento al «civismo» de los vecinos para que no tiren bolsas de basura y los más variados objetos a un canal «que es un patrimonio único y peculiar», según Rubert.

En la Séquia Major se han extraído bolsas, botellas y cientos de objetos, entre ellos, carros de la compra o bicicletas. En la campaña actual, facilitada por las lluvias del pasado sábado, tras retirar fangos mezclados con otros restos que nada tienen que ver con el curso del agua, no han hallado ningún material relacionado con el incivismo de la gente.

El objetivo que persigue el Ayuntamiento de Vila-real es poner en valor este recurso etnológico y explicar a generaciones actuales y futuras la importancia del uso del agua del río Millars en el desarrollo de la localidad durante el paso de los años.