Las fiestas del barrio de Sant Ferran vivieron ayer su día grande con la misa en honor al patrón, que se celebró en la iglesia de los Santos Evangelistas y que reunió a varias decenas de ciudadanos.

La jornada, con un importante carácter religioso, comenzó a las 18.30 horas, cuando los vecinos se concentraron frente a la sede de la asociación para acudir juntos al templo. Tras el sermón, los congregados, entre los que había varios representantes de la corporación municipal, iniciaron una procesión hacia la sede de la entidad para dejar allí la imagen del santo. Una traca y un vino de honor pusieron punto y final a uno de los días centrales de la festividad, la única que se celebra después de Sant Pasqual y no a partir del mes de septiembre.

Para hoy, las celebraciones tendrán un acento eminentemente infantil, puesto que tras asistir a una obra de teatro para niños a cargo del grupo Ziga-zaga, todos los asistentes realizarán un pasacalle con animación que acabará con una merienda popular a base de chocolate y magdalenas. H