El programa de gratuidad de libros de texto Xarxa Llibres, dirigido a la creación de un banco de libros para los diferentes niveles educativos, y financiado a partes iguales por la Generalitat Valenciana, las diputaciones y los ayuntamientos, finaliza el ejercicio en Vila-real con un total de 481.728 euros invertidos y 2.753 alumnos beneficiados que podrán cobrar la segunda fase en cuestión de días.

Así lo ha anunciado el alcalde, José Benlloch, que ha explicado que “ayer mismo se puso el punto y final a toda la tramitación administrativa y nada más firme el pago, los beneficiarios empezarán a cobrar, por orden alfabético, la segunda fase”. Un abono que se empezará a realizar, previsiblemente “la próxima semana o, como muy tarde, la siguiente”.

Estos 2.753 alumnos son aquellos que han devuelto todos los libros en buen estado, una de las condiciones que recogían las bases marcadas por la Conselleria de Educación. “En un principio contamos con 3.361 solicitudes”, indica Benlloch, “todas ellas recibieron el importe marcado para la primera fase en abril”. Sin embargo, “de estos, 564 no cobrarán la segunda parte, al no haber devuelto los manuales o no haberlo hecho en buen estado, por lo que finalmente son 2.753 los que habrán recibido, tras el segundo pago, el máximo de 200 euros marcados por alumno”, asegura el primer edil, que recuerda que “el programa no se dedicaba exclusivamente a pagar los libros a los estudiantes para después tirarlos, sino que se compraban para que posteriormente se devuelvan en buen estado y puedan formar parte de un banco de libros y ser utilizados por otros alumnos en años sucesivos”.

De este modo, la Generalitat, que ha invertido cerca de 100 millones de euros para toda la Comunitat Valenciana en este primer ejercicio “ya cuenta con banco de libros, por primera vez en la historia, y ahora tan solo deberá invertir, en los próximos cursos, en la reposición o renovación de los materiales, fase en la que ya no participaremos los ayuntamientos, por lo que ya no desembolsaremos ni un euro más”, afirma Benlloch.

“Para nosotros ha sido un placer formar parte de este proyecto pionero, nacido de un gobierno de progreso, como es el de la Generalitat en estos momentos, que ha demostrado ser sensible con las personas y con las familias, que bastante sufren ya los efectos de la crisis”, apunta. “No ha sido fácil, es un momento complicado para todos, en el que el Ayuntamiento de Vila-real tenía el cinturón bien apretado para pagar la herencia del PP y hacer frente al desastre del urbanismo a coste cero, pero ya podemos decir que las familias no deberán preocuparse más de la compra de libros de texto para sus hijos, que supone un gran desembolso para cualquier economía doméstica”, incide.

Asimismo, recuerda que el Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Servicios Sociales, desembolsó 12.000 euros al inicio del curso para costear los libros a alumnos que no podían hacer frente a su adquisición, “y que ahora también forman parte del banco”.