Vila-real despedirá sus fiestas en honor a la Mare de Déu de Gràcia, que comienzan este viernes, con el disparo de la traca y el castillo final más temprano para atraer a un mayor número de vecinos a este acto que, hasta esta año, se realizaba a medianoche.

El llibret de festes, que empezará a repartirse hoy en la Casa de la Festa, así lo pone de manifiesto, donde se especifica que la traca final de fiestas tendrá lugar el próximo domingo 14 a las 21.45 horas desde Sant Pasqual hasta el ayuntamiento, seguida de un correfocs hasta el parque de Alaplana, donde, a las 22.30 horas, se disparará el castillo final a cargo de la pirotecnia Martí. Un evento que, al realizarse más pronto, espera poder atraer a un público mucho más multitudinario.

El programa, que cuenta con más de 230 actos, se presentó ayer en sociedad de la mano del alcalde, José Benlloch; el presidente de la Junta de Festes, José Pascual Colás; el edil de Fiestas, Xus Sempere, y la reina de fiestas, Paula Rico, y sus damas.

Sempere destacó la “austeridad” con la que se ha vuelto a preparar la programación festiva, que, tal y como recordó Benlloch, “genera economía” en la ciudad.

Asimismo, el alcalde agradeció a la Junta de Festes y a la Comissió de Penyes “su trabajo desinteresado”, destacando el cambio de ubicación, este sábado, del concurso de paellas para peñas, que pasa a la avenida de la Murà.

Por otro lado, Benlloch señaló la importancia de las gestiones realizadas por la Junta de Festes en estos últimos años, que “ha encontrado la peor situación económica y, a pesar de todo, ha sabido hacer un programa en el que prácticamente no se han notado cambios”. El primer edil recordó que estas son las últimas fiestas con José Pascual Colás como presidente de la Junta, de quien destacó su capacidad de implicación, su nivel de autoexigencia y la innovación aportada a algunos de los actos programados. H