Vila-real ahorra alrededor de 200.000 euros al año gracias a la reutilización de materiales que, tras retirarse de la vía pública en trabajos de mejora, pueden volver a ser útiles en otras actuaciones.

Así lo explica el concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde, quien asegura que el consistorio cuenta con “un estoc incalculable de productos como adoquines, bordillos de piedra de rodeno, granito, bancos, fuentes, farolas o juegos infantiles que, tras retirarse en alguna reforma, vemos que pueden volver a tener una vida útil y que, siempre que se puede, se reincorporan”.

No obstante, Valverde aclara que hay una rotación continua, “porque al igual que retiramos materiales, si muchos ya no se aprovechan, se tiran y también se compran elementos nuevos, pero siempre con responsabilidad”.

De este modo, el patio municipal cuenta con una montaña de varias toneladas de piedra antigua de las aceras (de rodeno) que se incorporan a nuevas zonas verdes, como la plaza de la Panderola “Esta tiene un gran valor, ya que costaba mucho de bajar desde la Sierra d’Espadà”, afirma el edil, quien explica que, también, cuando se levanta una calle antigua “recuperamos el granito, que se usa para los alcorques formando un mosaico que permite movilidad a los árboles”.

La “valiosa” piedra de Borriol, mucha de ella procedente de la antigua plaza Mayor, también ha vuelto ya a los espacios públicos de la ciudad, como el jardín de las Dominicas. Se trata de una reinserción que, según remarca Valverde “es pionera y rentable, ya que tiene un valor muy importante a todos los niveles”. H