Vila-real vivió ayer una primera jornada taurina de las fiestas patronales de la Mare de Déu de Gràcia “espectacular”. Así la definió el presidente de la Comissió del Bou, Rubén Morte, una vez finalizada la exhibición vespertina.

Una jornada en la que la Policía Local de Vila-real se convertía en pionera en toda la Comunitat a la hora de aplicar controles de alcoholemia para evitar el acceso al recinto de la vila de personas visiblemente afectadas por el consumo de alcohol. Sin embargo, fuentes municipales aseguraron a Mediterráneo que no fue necesario tomar medidas especiales con ningún aficionado y, por tanto, no se aplicó multa alguna.

Aun así, los agentes adscritos a la dirección de festejos taurinos que ha asumido este año y por primera vez el cuerpo de seguridad vila-realense, continuarán con la labor de vigilancia y con los tests de alcoholemia, en el caso de que sean necesarios, “para garantizar la seguridad de las personas”, explican desde el departamento.

Las mismas fuentes también señalaron que tampoco se registró en esta primera jornada de bou per la vila problema alguno relacionado con el acceso de menores al recinto de la vila.

CALIDAD // En cuanto a la respuesta de los tres astados exhibidos ayer, aficionados consultados por este rotativo aseguraron que dieron un buen juego y respondieron a la llamada de los rodaors.

En concreto, en una vila a reventar se dio suelta a astados de las ganaderías de El Ventorrillo, La Campana --que sustituyó al previsto de Partido de Resina, por problemas con la documentación del animal-- y Jandilla.

Precisamente, el tercero de la tarde dio el primer susto de los festejos, al alcanzar a un joven vila-realense de 19 años, quien solo sufrió heridas leves. Se le curó en la enfermería y no fue necesaria su hospitalización. H