El Ayuntamiento de Vila-real apuesta por comarcalizar el actual mercado de productores locales que cada jueves se celebra en la plaza Major. El objetivo no es otro que facilitar que pueda someterse a un mayor control el origen de las frutas y verduras que se ponen a la venta bajo el reclamo de su cultivo en parcelas de Vila-real o de municipios próximos.

Así lo ha indicado a Mediterráneo la concejala vila-realense de Economía, María Dolores Parra, quien ya ha transmitido su idea a los consistorios de Burriana, Onda y Almassora, en el marco de una iniciativa a impulsar desde el Pacto por el Empleo de los municipios cerámicos. Aun así, matiza que la cuestión se abordará en una primera reunión con las localidades interesadas.

“Nuestro mercadillo funciona bien, pero hay cosas que mejorar”, señala la edila, quien asegura ser consciente de las quejas de algunos vendedores, en el sentido de poner en duda la procedencia de los productos que algunos de los beneficiarios de puestos ofrecen a los compradores. “Desde el Ayuntamiento de Vila-real sí que podemos solicitar a la Policía Rural un informe sobre las parcelas y cultivos que declaran los vendedores, pero no tenemos la misma potestad si estos siembran en otras localidades”, explica Parra.

De ahí, su apuesta por implicar a otros municipios en la realización de este mercado. “Ello permitiría efectuar un control más exhaustivo, de manera que se garantizara que la mercancía procede de plantaciones de los mismos vendedores”, indica.

NORMATIVA // Control que se pretende incrementar, de momento y hasta llegar a un acuerdo supramunicipal, con un cambio de la ordenanza local, para evitar la picaresca y que no se ofrezcan productos que no sean de Kilómetro Cero o ecológicos de la comarca.

De cuajar la propuesta en la que trabaja la edila Parra desde el mismo momento de su toma de posesión en el cargo, la expansión de este mercadillo a, al menos, otras cuatro ciudades del entorno, podría ampliar las posibilidades de vivir de la agricultura a aquellas familias que han optado por retomar o iniciar esta actividad agraria, en muchos casos, como salida a una larga situación de desocupación.

“El mercado se convertiría en un canal más para distribuir la producción agrícola de los beneficiarios de algún puesto, que serían los mismos en todas las localidades, a la vez que se podría implementar con formación para incidir en el cultivo sin pesticidas ni abonos químicos”, indica.

La nueva regulación que quiere aprobar el Ayuntamiento de Vila-real también incluirá la obligatoriedad de tener a la vista los precios de todos los productos. H