El proyecto de derribo del edificio de los antiguos juzgados de Vila-real, que en estos momentos se está ejecutando, prevé conservar la parte del inmueble anexa al Mercado Central, en la que se ubicaba el Registro Civil, así como también salas de vistas y diversos despachos judiciales.

El mantenimiento de este área tiene por objetivo evitar cualquier afección al inmueble del mercado, a la vez que permitirá, en un futuro próximo, adecuar la misma para destinarla a los usos que determine el consistorio.

Al menos, esta es la idea expresada por el alcalde, José Benlloch, quien señala que “con una mínima rehabilitación de este espacio, se obtendrían locales que podrían destinarse a oficinas municipales del sector comercial, despachos y dependencias del Ayuntamiento e incluso para las asociaciones como Unió Comerç Vila-real”.

TRABAJOS // Respecto a las labores de derribo del edificio que en su día albergó los juzgados de Vila-real, el concejal de Territorio asegura que se están cumpliendo los plazos y que “ver el inmueble totalmente derruido y retirados los escombros es una cuestión de días, de manera que, muy probablemente, eso puede ser realidad, como muy tarde, el 10 de julio”.

Y es que, en la actualidad, prácticamente las máquinas ya han derruido la mitad superior del inmueble, lo que permite contemplar parte de la pared lateral de la iglesia Arciprestal, declarada Bien de Interés Cultural. Precisamente, este es uno de los objetivos de la actuación: poner en valor uno de los principales atractivos culturales, arquitectónicos y turísticos de la ciudad, a través del esponjamiento de esta céntrica área, lo que se logrará una vez los antiguos juzgados sean historia y den paso a una plaza diáfana de unos 800 m2, que ofrecerá nuevas posibilidades para la realización de actividades culturales o de carácter comercial y de ocio.

En cualquier caso, Obiol insiste en el carácter provisional de la actuación, que deberá concluir con el derribo del Mercado Central y la construcción de uno nuevo pegado a la línea de viviendas de la plaza Colom, en el sentido de que “no será una plaza al uso, por cuanto se habilitará sobre una superficie elevada de hormigón, que es un elemento estructural que no se va a tocar”, con la finalidad de conservar el pequeño párking subterráneo ubicado allí que, posteriormente, seguirá dando servicio a los vecinos y clientes de comercios de la zona. H