El Ayuntamiento de Vila-real trabaja en estos momentos, a través del departamento de Territorio, en la contratación de un servicio para elaborar un plan que resuelva uno de los problemas que, en los últimos años, está siento un auténtico quebradero de cabeza para el equipo de gobierno cuatripartito.

Se trata de dar solución a la deuda de aprovechamiento urbanístico que mantiene el Ayuntamiento, también teniendo en cuenta las previsiones para los próximos meses, con los propietarios de terrenos a los que se les ocuparon los mismos para llevar a cabo distintas actuaciones, en especial, a lo largo de la legislatura anterior, con el exalcalde popular Juan José Rubert al frente.

En concreto, las cifras que se manejan en la Concejalía encabezada por el edil Emilio Obiol hablan de una deuda de unos 125.000 m2 de techo, lo que podría traducirse en alrededor de 15.000 m2 de superficie. Una cantidad que dependerá, en todo caso, del aprovechamiento urbanístico de las zonas ocupadas y el que esté marcado dentro de las áreas en las que se hará efectiva esta futura compensación.

El objetivo de la iniciativa no es otro que el de “trabajar en la resolución del problema de los aprovechamientos, un auténtico cáncer que hemos heredado de la anterior legislatura, porque en el PP estaban instalados en el urbanismo a la carta y con barra libre, en un momento de euforia y fiesta de las que algunos se beneficiaron y que ahora tenemos que pagar todos”, asevera Obiol.

Según explica el edil, el estudio que ahora contratará el Ayuntamiento tiene por finalidad determinar la deuda municipal en aprovechamiento, para trasladar la misma a otros lugares “siempre ubicados en el casco urbano que ahora está consolidado”.

Al respecto, Obiol asevera que el listado de terrenos ocupados en la anterior legislatura “es largo e histórico”. Y destaca como ejemplos de “esta sangría”, los acuerdos por los solares del actual parque de Jaume I o el del jardín de las monjas dominicas. H