Sin cargos ni distinciones municipales. Así dejó ayer tarde el pleno de Vila-real a los dictadores Francisco Franco y Miguel Primo de Rivera, así como a los cargos franquistas Camilo Alonso Vega y Pascual García Santandreu.

Y les retiró los privilegios con el voto unánime de los cinco grupos con representación municipal (PSPV, Bloc, Iniciativa, EUPV y PP), lo que transformó en declaración institucional la propuesta que inicialmente presentó el concejal de Cultura, Alberto Ibáñez.

“Esta es una propuesta que une a los demócratas”, afirmó Ibáñez, quien defendió la medida y agradeció a todos los partidos el consenso alcanzado al respecto.

Por su parte, el portavoz del PP, Héctor Folgado, incidió en su postura acorde con esta proposición, también para cumplir la ley, aunque matizó que este tema “nunca ha sido una prioridad para los ayuntamientos de diferente signo en Vila-real porque, de alguna manera, estas distinciones se han perdido con la muerte de las personas a las que se les concedió”. Y añadió: “Hoy (por ayer) tenemos que cerrar página y, desde ahora, tienen que ponerse a trabajar por aquello que de verdad importa al ciudadano”.

Mientras, su homólogo en el Bloc, Pasqual Batalla, reconoció que hay prioridades, “y para nosotros una de esas prioridades es siempre acatar la ley”. Y recalcó que “hacía falta esta medida para restaurar la memoria histórica y como rechazo a los totalitarismos y en reconocimiento a la gente que ha sido perseguida por sus ideas”.

En esta misma línea se mostraron los portavoces del PSPV y EUPV, Javier Serralvo y Alejandro Moreno. “Con esta decisión consensuada, hoy se ha hecho justicia”, indicó el socialista Javier Serralvo.

La aprobación de ambas iniciativas --la de retirar medallas y nombramientos como hijos adoptivos a los máximos dirigentes de las dictaduras de Franco y de Primo de Rivera y otros altos cargos-- son las primeras acciones llevadas a cabo por el departamento del Memorial Democrático, dependiente de la Concejalía de Cultura que, posteriormente, se centrará en la eliminación de símbolos todavía existentes en edificios públicos como la misma casa consistorial. H