Vila-real gestionará antes de final de año sus dos primeros pisos sociales, con lo que el Ayuntamiento pondrá fin a una realidad de la que nadie en el equipo de gobierno se siente demasiado orgulloso, y es que la ciudad es la única de la Comunitat con más de 50.000 habitantes y ninguna vivienda de titularidad pública.

El concejal de Urbanismo y Territorio, Emilio Obiol, explicó a Mediterráneo que negocian un convenio con la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (EIGE) para que el Consell les traspase antes de final de año la gestión de dos inmuebles con los que hacer frente a las emergencias que se den en el municipio, como situaciones de familias desahuciadas o casos de violencia de género, entre otras cuestiones.

“Hasta ahora, los Servicios Sociales tienen una partida específica para costear hostales en estos casos, y pensamos que la firma de este convenio permitirá aliviar las arcas municipales”, aseguró Obiol, quien añadió que es para él una prioridad que el Ayuntamiento disponga de un parque público, aunque sea mínimo, para “acabar con una injusticia, puesto que no se entiende que durante los años de bonanza económica, Vila-real no obtuviera ni un piso de titularidad pública”.

ZONA NORTE // Los dos pisos que el consistorio conseguirá tras el acuerdo con la Generalitat están situados en la zona norte, concretamente en la calle Riu Ebre y en la avenida de Castelló. El primero tiene una habitación y el EIGE ya ha finalizado su rehabilitación, mientras que el segundo, más espacioso, tiene tres estancias y las obras están en la recta final.

Las dos viviendas en ningún caso acogerán a familias durante largos periodos de tiempo. Para estas situaciones, el equipo de gobierno tiene una partida específica que sirve para abonar temporalmente el alquiler de personas con dificultades. En el año 2015, Servicios Sociales atendió un total de 149 casos, para lo cual destinó un total de 115.754 euros.

En lo que llevamos de 2016, la situación no ha mejorado, y hasta final de abril ya se habían gastado 68.833 euros en estas bonificaciones, una cifra que en progresión superaría la del ejercicio anterior. No obstante, según la edila del área, Sabina Escrig, negó que la situación sea peor, “aunque la crisis sigue aquí”. H