La Concejalía de Servicios Públicos de Vila-real, que dirige Francisco Valverde, realizará en los próximos meses “aquellas obras que redunden directamente en el bienestar de las personas”, y dejará para el 2017 otras actuaciones.

La medida permitirá al consistorio ahorrar 150.000 euros, que son prácticamente la tercera parte del medio millón que Vila-real dejará de gastar hasta final del ejercicio para estabilizar sus presupuestos.

Valverde aseguró que seguirán “haciendo todas las obras que afectan a la seguridad de los ciudadanos, como algunos pasos accesibles o pequeñas mejoras que llegan al departamento por petición expresa del tejido asociativo”.

Entre las obras que tendrán que esperar al 2017 están la remodelación de la zona verde de la calle Joanot Martorell, en las inmediaciones de la piscina cubierta. En este espacio, el Ayuntamiento pretende “hacer más habitable” el jardín allanando lo que actualmente es un promontorio “que poca gente utiliza”, según el edil. H