El Ayuntamiento de Vila-real quiere renovar los alcorques de los árboles de las calles de la ciudad. Por esta razón, el departamento de Servicios Públicos está realizando una prueba piloto en un tramo de la avenida Francesc Tàrrega para evitar, entre otras incidencias comunes, el levantamiento del suelo por el crecimiento de los ejemplares y los frecuentes tropiezos de los ciudadanos con los incómodos bordillos.

El nuevo sistema eliminará las piedras y los bordes, “que ahora se encuentran en un estado deplorable”, explicó el edil del área, Francisco Valverde. Por ello, “ante las continuas quejas ciudadanas, decidimos probar algo diferente”. El nuevo método consistirá en rodear a los árboles con cuatro losas de forma poligonal con el escudo de la ciudad.

“De esta manera, la superficie será lisa por completo y también se dejará más espacio para que las raíces no sobresalgan al exterior y levanten el terreno”, indicó. Otra de las ventajas será el mantenimiento, “que resultará mucho más barato que el actual, cuyo coste es demasiado elevado”.

“Se trata de una experiencia piloto que queremos ampliar a toda la ciudad, pero primero comprobaremos si va bien”, avanzó.

Y es que la iniciativa se inscribe en el proyecto de innovación y modificación del mobiliario urbano, tal y como ya se está aplicando en parques como el jardín de las Dominicas. Precisamente, junto a este enclave, se están realizando obras de retirada de ejemplares por las incidencias registradas (caídas de viandantes).

Además, el poco espacio que tenían las raíces para crecer al haber debajo una acequia de hormigón provocó una serie de desniveles en la acera que ahora se están solventando. Ya el año pasado, en otro tramo de Francesc Tàrrega, se sustituyeron los alcorques por un problema similar.

Con esta medida también se trata de fomentar aún más el uso de la cerámica en el entorno urbano y en otros ámbitos diferentes a los habituales. H