Si todo va según lo previsto, a finales de octubre contaremos en nuestro campo santo con los primeros panteones verticales municipales que verán la luz tras más de cuatro años de esfuerzo para que esta idea tomara forma”, anuncia la concejala de Cementerio, Rosario Royo. “Creo que tendrán una buena aceptación por sus características y la comodidad que supondrá poder tener en un mismo espacio a varios de nuestros seres queridos”, resalta la edila del área.

Una nueva infraestructura municipal, que se ubicará en los alrededores de la zona central del camposanto donde ya se ubican varios panteones, que pretende absorber la demanda de espacio accesible del recinto, pues en muchas ocasiones quedan únicamente libres las quintas filas de nichos, a la vez de ganar espacio en un recinto que poco a poco va apurando sus huecos libres.

“Se trata de un nuevo tipo de construcción modular donde las familias podrán enterrar como mínimo tres cuerpos y tendrán la posibilidad de reagrupar en sus dependencias los restos óseos de sus seres queridos una vez haya pasado el tiempo estipulado para ello, es decir, cinco años”, resalta. Serán en total cinco los panteones verticales de tres alturas que creará el Ayuntamiento a través de una empresa local a la que le serán adjudicados los trabajos “en breve”, según Royo, por un valor que rondará los 33.000 euros de presupuesto. “Ya está el dinero habilitado en inversiones y espero que para el próximo 15 de septiembre esté la documentación lista y podamos empezar”.

El precio fijado por el consistorio para estos panteones públicos, que se adquirirán mediante concesión a 75 años y no podrán reservarse con antelación, es de un total de 6.000 euros e incluirá la lápida pero no el coste de las inscripciones. Se trata de un precio, de todas formas, al que habrá que sumar las tasas de exhumación e inhumación del cadáver, como suele ser habitual.

MÁS ECONÓMICO // En cualquier caso, la responsable municipal resalta que “Vila-real sigue contando con unos precios económicos” que se sitúan por debajo del resto de poblaciones de la provincia “donde, por ejemplo, una segunda fila, que aglutina todas las demandas por su accesibilidad, vale algo más de 2.000 euros”. H