Vila-real se ha llenado de música y tradición de la mano de El Grup de Danses El Raval y la Concejalía de Cultura. A diferencia de otros años, que era en la plaza del Pastoret, el bureo de esta edición ha cambiado de ubicación y se ha trasladado a la avenida Cardenal Tarancón. Hace aproximadamente diez años que este colectivo recuperó esta tradición, una fiesta para que los vecinos y aficionados se reúnan en un ambiente desenfadado.

De manera espontánea, “cada músico marca su ritmo y cada bailador su paso, pero siguiendo siempre la tradición”, explicó el presidente de este grupo de danza, Álex Torres. La jota, el fandango y la seguidilla son los géneros musicales que sonaron de acuerdo a la costumbre e idiosincrasia de las comarcas de Castellón.

Más de 100 personas participaron en la cena de pa i porta, que se inició a las 21.00 horas, y en la posterior velada del primer sábado de julio. Según Torres, el Grup de Danses El Raval conmemora este día para recordar que el verano ya ha llegado, lo cual también coincide con la Festa de la Visitació. El bureo “es una fiesta tradicional valenciana celebrada en las comarcas del norte, dónde suena música, se come y se baila en un ambiente abierto e informal, en la que empaparse de costumbre”, añadió.

conservar la cultura // El grupo también aporta los estudios e investigaciones sobre esta disciplina, además de recopilar piezas musicales y recuperar tradiciones. De hecho, en Vila-real el ball de plaça hacía más de 90 años que no se celebraba y “ahora ya vuelve a ser costumbre”, explicó el presidente. También recordó la importancia de registrar la cultura para conservarla, tarea que realizan de forma ardua, además del baile propiamente. Su próxima actuación, el 18 de junio. H