Vila-real quiere reflotar el Mercat Central y buscará hacerlo, en la medida de las posibilidades de una ciudad mediana, imitando un modelo de éxito. Se trata del mercado de San Miguel de Madrid, que en los últimos años se ha convertido en una referencia no solo para comprar productos de calidad sino también por la amplia variedad de actividades que acoge y por ser un espacio de encuentro para aquellos que tienen intereses culinarios.

El edil de Economía, Xavier Ochando, quiere aprovechar el creciente interés de los comerciantes en los puestos que saldrán a concurso en las próximas semanas para dar un empuje al recinto. «La convocatoria de siete espacios de venta saldrá en breve, y de forma extraoficial ya tenemos tres propuestas, lo que nos indica que existe disposición para ocuparlos», informa el edil a este periódico. En este sentido, también apunta que hay comerciantes que han preguntado por las paradas situadas junto a las suyas, con el objetivo de tener más metros y ampliar su visibilidad y posibilidades de negocio.

Vista la tendencia positiva, el Ayuntamiento quiere aportar su granito de arena. «Programaremos más actividades para atraer a gente, puesto que este espacio no solo merece más puestos, sino más vida». En este sentido, y además de las propuestas ya habituales para entretener a los niños mientras los mayores compran, se contactará con empresas especializadas en degustaciones, así como con chefs de reconocido prestigio que puedan realizar showcookings en directoshowcookings. Todo ello, con el objetivo de poner en valor no solo la infraestructura comercial sino también los productos que allí se venden, muchos de ellos de proximidad y muy arraigados al territorio.

El objetivo es que a medio o largo plazo no ocurra en Vila-real lo mismo que en el Grao de Castellón, donde hace escasas semanas cerró el histórico mercado de Sant Pere tras más de 30 años de apertura ininterrumpida.

BUENA SALUD

No obstante, y pese a que en muchos municipios de la provincia los vendedores -ambulantes o no-- pasan por dificultades, Ochando presume del trabajo hecho en la ciudad. Y es que, sin contar con el central, los cuatro mercadillos de Vila-real suman un total de 324 paradas, «una cifra nunca conocida en el municipio». Incluso podrían ser más, puesto que en la última convocatoria se presentaron 42 solicitudes para solo 22 puestos.

Una de las sorpresas es el aumento experimentado en los últimos tiempos por los que optan por montar parada en miércoles, que ahora ascienden a 90 cuando «hace unos años casi nadie quería salir», sentencia el edil.