Los cofrades de las 10 hermandades de Vila-real salieron ayer en la procesión del Santo Entierro, un desfile que emocionó a los vecinos al paso de las imágenes, que estuvieron acompañadas por el estruendo de los bombos y tambores de cada organización. El acto comenzó y finalizó en la iglesia Arciprestal donde, totalmente en penumbra, se recibió a la imagen del Cristo Yacente de Ortells, que iluminó el templo, repitiéndose así una bella instantánea, que sirvió de recogimiento a esta celebración, una de las citas obligadas de la Cuaresma. R. G.