Conseguir que la sociedad en general vea al enfermo mental como un ciudadano más, capaz de trabajar y relacionarse con las personas en igualdad de condiciones al resto de los vecinos, es uno de los objetivos del trabajo que lleva a cabo la Fundació Primavera y que se puso ayer en evidencia en la primera Jornada de Salut Mental de la Comunitat Valenciana, en la que también se ha involucrado la Fundación Manantial --de ámbito estatal-- y el Ayuntamiento de Vila-real.

Más de 160 profesionales sanitarios, en especial psicólogos y psiquiatras; de Servicios Sociales, así como usuarios de ambas fundaciones organizadoras y familiares tomaron parte en esta iniciativa, que se desarrolló en la Casa dels Mundina y que inauguraron el alcalde, José Benlloch; el secretario autonómico de Inclusión, Alberto Ibáñez; la presidenta de la Fundació Primavera, Anna Ortells; y el máximo responsable de la Fundación Manantial, Alberto Sardina.

Fue una jornada, la de ayer, en la que se alternaron las conferencias sobre necesidades de atención en salud mental con sendos talleres, en los que se abordaron los sistemas de apoyo a enfermos y familiares o la recuperación de la ciudadanía por parte de este colectivo.

La nota diferencial de este evento, pionero en la Comunitat, la pusieron los usuarios del centro especial de empleo Manantial, que fueron los encargados de elaborar y servir el cóctel con el que los asistentes a la cita repusieron fuerzas al mediodía.

Ahora, la Fundación Primavera se prepara para romper cifras y superar, mañana, el millar de participantes en la Marxa per la Salut Mental. H