La Liga da una tregua al Villarreal en uno de los inicios de temporada más complicados del equipo en la máxima categoría. Un punto en los tres primeros encuentros del torneo de la regularidad ha dejado al equipo de Calleja en posiciones de descenso, algo que no sucedía desde hace poco más de un año, cuando el Submarino de la pasada campaña, entonces dirigido por Fran Escribá, cedió dos derrotas en sus primeras dos apariciones, ocupando la penúltima posición. Precisamente, Escribá logró salir momentáneamente de ahí aprovechando el primer parón de la Liga, algo que intentará repetir ahora Calleja, que tiene prácticamente dos semanas para analizar, detectar y corregir los déficits que ha presentado su equipo.

A grandes rasgos, la falta de puntería, el desequilibrio defensivo y la ausencia de un plan B para dar la vuelta a situaciones complicadas son los tres factores que han influido para que los amarillos no acaben de arrancar, a pesar de la sensación generalizada de la mejora de la plantilla con respecto al pasado ejercicio, sobre todo en el aspecto ofensivo, parcela en la que la entidad amarilla a reunido a tres seguros de gol como Gerard, Ekambi y Bacca, aunque, de momento, sin poder rentabilizar las muchas ocasiones que ha creado el Villarreal ante la Real y el Girona, en casa, y contra el Sevilla a domicilio.

Muchos remates;escasos golesLos groguets solo han podido marcar un gol —el de Gerard Moreno ante la Real Sociedad en la primera jornada— a pesar de estar entre los cinco conjuntos de Primera División que más remates han enviado entre los tres palos (16), igualado con el Betis y por detrás del Barcelona (29), Espanyol (21) y Real Madrid (19). La mitad de esos disparos han estado a cargo de Toko Ekambi, el futbolista del Submarino que más veces busca la portería contraria, por delante de Gerard y Cazorla.

Ese pobre porcentaje de efectividad ha sido uno de los lastres importantes para explicar la situación actual de un Submarino, que se muestra como un equipo poderoso cuando corre en dirección al área contraria, pero dubitativo en igual proporción cuando de lo que se trata es de replegarse.

La pérdida de la fiabilidad defensivaDos errores graves y un desajuste tras una pérdida en el centro del campo —otro de los puntos en contra— han supuesto la pérdida de al menos cuatro puntos en este arranque de temporada. El equipo de Calleja no acaba de encontrar la estabilidad en su línea de contención, donde ha pagado las dudas de los centrales y el desgaste —ida y vuelta por toda la banda durante 90 minutos— e inexperiencia defensiva de Pedraza en al lateral izquierdo. La entrada de Jaume Costa y adelantar la posición del cordobés podría ser una de las soluciones a corto plazo.

Aparte de los regalos de la primera jornada ante la Real, el Girona aprovechó el pasado viernes esos desajustes que provocan los rivales cuando roban el balón el terreno amarillo, una situación que se agrava con la baja de Cáseres —el jugador del Villarreal que más balones recupera— para las próximas jornadas de Liga y para el estreno en Europa.

REMODELAR LA MEDULAR

Intentar minimizar la ausencia del ex de Vélez es otra de las tareas que afronta Calleja en estos días de parón competitivo. Sin un mediocentro marcadamente defensivo a su disposición —Bruno y Fuego aún no estarán disponibles para el reinicio—, el madrileño tendrá que poner en práctica otro sistema diferente al rombo en su vértice más retrasado. Devolver a Trigueros al centro y acompañarle de un futbolista con capacidad de trabajo —como Layún o Fornals— puede ser una de las vías.