A más de mil kilómetros de distancia de Vila-real se fraguaba ayer uno de los últimos movimientos en el mercado futbolístico europeo que puede tener un efecto dominó que acabe de perfilar el ataque del Submarino para la temporada 2018/2019. El fichaje del internacional albiceleste Gonzalo Higuaín por el Milan deja abiertas de par en par las puertas para la salida de Carlos Bacca con dirección al Villarreal, lo que, a su vez, facilitaría la salida de la entidad amarilla de Nicola Sansone, de momento frenada por la incertidumbre que rodea al regreso del internacional colombiano a la disciplina amarilla, esta vez ya en propiedad. El alto desembolso que efectúa la entidad rossonera por el argentino —sobrepasará los 50 millones de euros entre la cesión para la próxima campaña (18 millones) y la opción de compra (otros 36)— se convierte en un movimiento muy favorable a los intereses de la entidad amarilla en la partida de ajedrez que mantiene con el AC Milan desde el tramo final de la pasada temporada.

En ella, el Villarreal siempre hay jugado con la baza a favor de la firme determinación de Bacca de repetir experiencia en el club groguet, donde la pasada campaña consiguió ganarse un billete para el Mundial como titular indiscutible, dejando atrás la irregularidad en su última campaña como rossonero. A pesar de que a las puertas del Milan han llamado otros clubs dispuestos a mejorar la oferta amarilla, el delantero descarta cualquier otra transacción que no sea la de volver a estar a las órdenes de Javier Calleja. Ahora, la urgencia de ingresos del Milan para equilibrar sus cuentas tras la fuerte apuesta por Higuaín se convierte en otro as en la manga para la dirección deportiva del Submarino, que ya habría presentado una oferta de unos ocho millones de euros a la que, de momento, dan largas en Milanello, conscientes de que todavía queda casi un mes por delante para el cierre del mercado veraniego y tienen cierto margen para negociar algo más al alza la salida del delantero.

LA AMENAZA DE LA UEFA

Sobre el Milan se cierne la espada de Damocles de la UEFA, que ya estuvo a punto de dejar el Milan sin participar en la próxima Europa League ante el incumplimiento del fair play financiero del club italiano, un extremo del que solo le salvó el TAS. Tras el aviso, saldado con una nada desdeñable sanción económica que ronda los 30 millones de euros, el Milan necesita soltar lastre en la plantilla de Gennaro Gattuso, que tampoco cuenta en sus planes deportivos con Bacca.

SANSONE, A LA ESPERA

El efecto dominó del último movimiento de consideración en el mercado europeo afectaría a una tercera pieza. La salida de Nicola Sansone de la entidad amarilla, de momento paralizada, se reactivaría una vez que el Villarreal tuviera la certeza de que Carlos Bacca pueda iniciar su segunda temporada como amarillo.