Desde su eclosión en la cantera del Real Madrid Roberto Soldado -que se confiesa hoy en una completa entrevista de tres páginas en la edición impresa de Mediterráneo-, acuñó un perfil muy marcado de delantero: un hombre puramente de área, sin demasiada trascendencia en el juego, pero sí en los marcadores, en los que se reflejaba el instinto asesino del valenciano, al que no le hacía falta tener una excelente relación con el balón para que saliera a relucir su efectividad.

Ese perfil siguió vigente a lo largo de los años, ya fuera de la casa blanca, de la que tuvo que salir ante la falta de minutos. Su estancia en el Getafe y, sobre todo, en el Valencia marcaron una línea de clara trayectoria ascedente en su relación con el gol. Hasta su salida hacia la premier, en el 2013, Soldado siempre consiguió superar sus marcas temporada tras temporada. En su segundo año como azulón llegó a la barrera de los 20 goles, que superó en cada uno de sus tres años en Mestalla. Pero la llamada del Tottenham lo cambió todo. Hasta su estilo, hasta entonces innegociable.

«Tuve que cambiar mi forma de jugar en la Premier», admite Roberto. «Siempre fui de participar muy poco en el juego, pero eso en Inglaterra no me servía ante defensas mucho más fuertes que yo. Si esperaba en el área, el balón nunca me llegaba», recuerda el delantero del Villarreal.

Soldado comprendió que era el momento de dejar de pegarse con los centrales rivales, salir de la zona de confort del área y empezar a ser más participativo en el juego. Ya no solo se trataba de buscar la mejor situación a la espera del remate. Y tras acabar su etapa en la Premier conservó su nuevo perfil. «En el Villarreal, Marcelino también me pedía un poco eso, buscar ser el enganche». Sus registros anotadores bajaron, pero a cambio Soldado regaló un buen número de asistencias a sus compañeros: hasta una decena en la Liga.

«Marqué solo cinco goles —ocho en todas las competiciones—, pero fue el año que más disfruté jugando al fútbol», destaca Soldado, que vio completada su evolución como groguet. «Antes era solo corazón y ahora aportas la experiencia para saber que hacer en cada momento momento», valora el 9 del Villarreal, un jugador clave en la recta final de la temporada.

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