Esta semana se cumplen 20 años de la llegada al Villarreal de Fernando Roig, el hombre que ha cambiado para siempre la historia del club. José Manuel Llaneza, gerente en mayo de 1997 y artífice del cambio de poderes, repasa cómo logró que un empresario de éxito se hiciera a cambio de 72 millones de pesetas con el control de la entidad. Una cifra importante para la época, pero irrisoria a día de hoy atendiendo al crecimiento de la entidad. «El valor que hoy tiene el club es incalculable», reconoce Llaneza.

Repasa en Mediterráneo el actual vicepresidente la llegada de Fernando Roig: «Fue un momento muy difícil. El club se iba a vender al grupo de Antena 3, pero en una reunión mantenida en Nochebuena entre Polanco y Asensio decidieron que no iban a comprar más equipos, así que nos quedamos empantanados. Hablé con las autoridades. Primero con Zaplana, que me dirigió a Carlos Fabra y él fue quien hizo la primera gestión», recuerda.

Llaneza no sabía entonces qué envergadura iba a adquirir el Villarreal con Roig al frente, pero sí respiró tranquilo con su llegada: «Todo fue muy fácil con él. Veíamos que era nuestra salvación, aunque no podíamos pensar dónde íbamos a llegar. Fernando tenía claro que en dos o tres años íbamos a subir a Primera y yo le creía, pero lo veía muy difícil».

Hablando de hipótesis, el vicepresidente tiene claro que «sin Fernando Roig hoy no estaríamos en Primera». Cuestionado sobre si el presidente del Villarreal rozaba la locura por su ambición inicial, responde lo siguiente: «De loco no tiene un pelo, pero sí hace cosas que parecen locuras, aunque no lo son porque siempre acierta. Ahora bien, acierta por todo lo que trabaja».

RELACIÓN INCORRUPTIBLE

Cuestionando a José Manuel Llaneza por lo que ha supuesto Fernando Roig para él como persona, el directivo confiesa que su relación trasciende mucho más allá de su faceta profesional: «En el tiempo que nos conocemos he pasado tres veces por momentos muy difíciles de salud y él siempre ha estado conmigo para lo que he necesitado. Ha sido mi amigo, una palabra que no uso a menudo».

Volviendo al fútbol, siempre ha dicho Llaneza —que por cierto llegó a la entidad tres temporadas antes que el presidente—, que Fernando Roig ha sido su «mejor fichaje». ¿Y en cuanto a los jugadores? Esto responde: «El mejor quizá haya sido Marcos Senna por lo que nos dio y porque casi vino libre. Después fue muy importante la vuelta de Bruno por lo que ha sido y por lo que es». Sin olvidar la contratación de Martín Palermo: «Cuando llegó fue el acabose. Nunca ha habido tantos periodistas en la Ciudad Deportiva. En su presentación, que la tuvimos que hacer en el comedor, había más de 20 cámaras de televisión».

¿Y el peor y mejor momento de estas dos décadas? «El peor fue el último descenso y de buenos han sido muchos. Los dos ascensos, el subcampeonato, semifinales, el campeonato juvenil... Y nos quedan muchos grandes momentos por disfrutar», augura Llaneza.

De lo que más orgulloso se muestra el vicepresidente es «de la gente que ha estado al lado, de la Ciudad Deportiva y del Estadio de la Cerámica, que será top en Europa y que siempre estará casi lleno». Con ellos al frente, podemos estar seguros de ello.