Que Pacheco, el guardameta del Alavés, pelee a estas alturas por el Zamora de Primera puede sorprender si uno desconoce a quién tiene detrás el portero formado en la cantera del Madrid, uno más entre la decena de jugadores del club vitoriano que ha debutado en la máxima categoría esta misma temporada. Sin embargo, cuando sale a la luz la identidad del preparador de porteros de la entidad vasca todo empieza a cuadrar.

Javier López Vallejo está dejando huella en Vitoria desde que el pasado mes de julio ocupara la vacante que dejó Pablo Cavallero en el cuerpo técnico de Pellegrino en la segunda experiencia del argentino en la Liga, tras la del Valencia en el 2012. En Vila-real también la dejó, y el cariño es mutuo. «El Villarreal siempre formará parte de mi vida», apunta el navarro, que del 2000 al 2006 defendió la portería amarilla, en la que conquistó dos Intertotos en los inicios continentales del Submarino. Aunque quisiera, que no, Javier tiene complicado olvidar su pasado en Vila-real. Su hija mayor, Adriana —nacida en Castellón hace 11 años—, se lo recuerda día a día. «Es una aficionada incondicional del Villarreal. Estará el lunes en el partido, aunque espero que no quiera ir con la camiseta amarilla», bromea el exguardameta, que además de ser el Unanua del Alavés también ejerce de psicólogo de la plantilla, aprovechando unos estudios que nunda descuidó durante su etapa en activo.

La huella imborrable de su paso por el Submarino: «Mi hija mayor es ‘grogueta’ a rabiar»

Uno de los puntos en los que toca incidir es en no olvidar los siete partidos de Liga que quedan «a pesar del caramelo que tenemos a final de temporada con la final de la Copa del Rey», ante el Barça. López Vallejo confía en la profesionalidad de unos jugadores que «han llevado al equipo a una situación que todos hubiéramos firmado con los ojos cerrados en julio». «Nos encontramos con 18 fichajes, casi la mitad sin experiencia en Primera», destaca Javier.

DETALLES DECISIVOS

Así que el Villarreal de Fran Escribá no espere facilidades ante un rival cuyas «victorias o derrotas siempre se han decidido por pequeños detalles». «Creo que también será así el lunes», apunta López Vallejo que espera acompañar al Villarreal en Europa la próxima campaña: «Aún nos queda la bala de la Copa».