Pablo Fornals (Castellón, 22 de febrero del 2016) es uno de los líderes del actual Málaga, un equipo en continua transformación por los vaivenes financieros del jeque Al Thani, a sus 20 años. Poco queda de aquel juvenil que hizo las maletas desde la capital de la Plana a la Costa del Sol para hacerse futbolista de élite, un objetivo que ha cumplido con creces hasta el punto de lucir ya en su palmarés con una internacionalidad absoluta.

--Para usted, jugar en la provincia de Castellón siempre debe ser especial, ¿no?

--Es especial por todo. Además este domingo estará mi familia, incluidos mis abuelos, que no pudieron ir en la primera vuelta a Mestalla. Siempre es bonito volver a casa y el próximo es un partido que siempre me gusta jugar, aquí, en Málaga, o allí, en Vila-real.

--Usted salió de Castellón con solo 16 años. ¿Qué es lo que echa más de menos?

--Son cinco temporadas y estoy muy a gusto, pero claro, uno siempre se acuerda de la familia, de la paella o del arròs caldós. Siempre que vuelvo a Castellón son platos obligados.

--¿Cómo lleva un chaval de 16 años un cambio de ciudad, de club, de entorno…?

--Yo quería salir de allí. El Castellón es un gran club y solo tengo palabras de agradecimiento, pero sentía que aquello se me quedaba corto. No quería jugar en la Comunitat Valenciana; en el Villarreal ya estuve, en el Valencia… no. Salió la opción del Málaga y es una de las mejores decisiones de mi vida.

CASTALIA POR LA ROSALEDA. "Fichar por el Málaga ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida"

--Su actuación más llamativa esta temporada fue cerca de Vila-real, en Valencia. ¿Imagina si repite en el Estadio de la Cerámica los dos goles que marcó en Mestalla?

--Si repitiera lo de Mestalla saldría de Vila-real llorando [de alegría].

--Para eso tendrán que mejorar mucho. Son ya ocho partidos seguidos sin ganar.

--Duele, la verdad, pero estamos tranquilos porque trabajamos bien y lo dejamos todo. Creo que llevamos ya tres o cuatro partidos con buen juego.

--El del Málaga parece más un problema defensivo que ofensivo.

--Bueno… Encajábamos mucho, pero aún así ganábamos partidos y teníamos 21 puntos en diciembre, antes de esta racha de ocho partidos sin ganar, ni en casa ni fuera. Ahora lo que más nos está costando es meter más goles, pero sería más preocupante si no creáramos ocasiones y estamos llegando con buenas opciones arriba.

--El año pasado recibió el premio de la selección. ¿Espera repetir?

--Esa llamada [jugó el amistoso ante Bosnia de preparación para la Eurocopa] fue la guinda de un pastel que se vino cocinando durante la toda la pasada campaña. Fue maravilloso todo lo que me pasó. Ahora no me obsesiona. Si sigo haciendo las cosas bien en el Málaga, que es lo que importa, veremos si hay otra posibilidad.

--¿Ha compartido equipo con alguno de los actuales jugadores del Villarreal?

--De los del primer equipo no. Sí jugué en alevines con Pau [el actual central del filial].