«Debemos crear más peligro». Ese fue uno de los principales mensajes que envió el capitán del Villarreal, Bruno Soriano, después de la dolorosa goleada encajada ante la Roma. No le falta ni un ápice de razón al centrocampista, apoyado en los contundentes números del 2017. Desde el principio del año en curso, los amarillos solo han marcado seis pírricos goles en nueve partidos, en cuatro de ellos sin dianas a favor. Y de esa media docena de tantos, solo uno aportado por los delanteros que tiene el técnico Fran Escribá en su actual plantilla.

Desde el gol de Nicola Sansone al Barcelona, hace ya casi mes y medio (8 de enero), el ataque amarillo lleva siete encuentros consecutivos sin ver puerta, para convertirse en una de las delanteras menos eficaces de LaLiga. En 22 jornadas, solo dos de los actuales puntas del Submarino —ya sin Pato, traspasado al Quanjian después de finalizar su etapa como amarillo con dos dianas— han saboreado las mieles del gol: el propio Sansone (7) y Bakambu (2).

SIN ESTRENARSE. El resto de la nómina ofensiva del Villarreal sigue a la espera. Santos Borré no se ha estrenado después de 12 apariciones en Primera División; más disculpas tienen Adrián —tres partidos y 167 minutos desde su llegada como cedido en enero— y, por supuesto, Roberto Soldado, inédito por la grave lesión de rodilla sufrida el pasado verano en el penúltimo amistoso.

Precisamente, en el regreso de Soldado a la competición están depositadas las esperanzas del Villarreal para revertir la sequía anotadora. Tras recibir el alta médica a principios de semana, el punta valenciano podría entrar mañana en la convocatoria de Escribá para el partido ante la Real, en el primer paso para recuperar las sensaciones competitivas y poder convertirse en un jugador clave para la recta final de la temporada.

El regreso de Soldado es una de las grandes esperanzas para recuperar el gol en la fase decisiva de la Liga

Hoy por hoy, la aportación goleadora de los delanteros groguets en la faceta ofensiva es una de las principales notas discordantes de un Submarino que en LaLiga se está basando casi exclusivamente en su seguridad defensiva —solo 15 goles recibidos en 22 jornadas—. Los tantos de los puntas de Escribá no llegan ni al 40% del total de los anotados por el Villarreal, muy lejos de los porcentajes dominadores de la competición e, incluso, de los rivales directos por plaza europea (ver cuadro adjunto), incluido el próximo rival, una Real cuyo ataque firma el 61% de sus goles.