La elaboración de quesos artesanos del Maestrat, es la razón de ser de Quesos de Catí, firma referente en la producción de lácteos. La compañía ha sabido adaptar con acierto las recetas ancestrales a los gustos actuales y a la producción con tecnologías avanzadas.

Fundada en 1999 y con una plantilla con 36 profesionales, la compañía es clave para la economía de la localidad y de toda la comarca, ya que Quesos de Catí recoge leche de cabra y oveja de 14 ganaderos de la zona. Por ello, y ante su importancia social, durante la pandemia optó por una medida que evidencia su compromiso social: redujo su propia producción de leche a la mitad para que sus proveedores directos no perdieran sus explotaciones y se viesen obligados a cerrar. 

Actualmente, las elaboraciones de la firma se comercializan en España, sobre todo en la Comunitat y Cataluña, en tiendas gurmet de todo el país y en grandes superficies. Durante el último año, y con las restricciones a la hostelería, Quesos de Catí ha visto cómo se incrementaban las ventas directas a los consumidores finales. «Nuestros productos se han ganado un prestigio entre los clientes que han permitido nuestra supervivencia en este periodo tan complicado para toda la economía por el covid-19», expresa Miguel Vives, gerente de la firma, quien corrobora que «estamos diversificando nuestra distribución y también estamos dando un impulso a la exportación, en países como EEUU, Alemania o Francia».

La marca, que cuenta con dos queserías en Catí y Morella y dos ganaderías propias, con 1.500 cabras, mantiene las tres líneas de producción: la de quesos de cabra, la de oveja y la de los quesos ecológicos de cabra.

La apuesta de la cooperativa por la calidad le ha permitido conseguir más de 50 premios nacionales e internacionales, incluidos numerosos World Cheese Awards.