Una de las mejores obras de Onofre Falcó (c.1512-1565), Camino del Calvario, de grandes dimensiones y conservada en el Museo Catedralicio de Segorbe, ha sido depositada este miércoles en los talleres del Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación para su restauración. 

La obra, de grandes dimensiones (240 x 200 cm), realizada hacia 1560 al óleo sobre tabla, procede de la desaparecida capilla de los duques de la antigua iglesia de San Pedro de Segorbe, según explica el director del Museo de la Catedral, David Montolío.

En un principio se creía que esta obra fue pintada por Nicolás Borrás entre 1580 y 1585, pero los especialistas aportan ahora esta nueva datación y autoría.

Un estudio de ella le atribuye un “decidido planteamientos manierista, destaca en el estudio de algunas figuras y pormenores que remiten a composición sobre el mismo tema de Sebastián del Piombo, sobre todo el Cristo”.

El mismo trabajo, firmado por Rodríguez Culebras, Olucha Montins y Montolío Torán, argumenta que la obra es “de marcada monumentalidad, muestra el momento del encuentro de Jesús, con la cruz a cuestas y semicaído, con María y las acompañantes. Al lado de Jesús, soldados a pie y a caballo y el Cireno. En la zona alta, paisaje, arquitecturas y el cortejo de los que conducen a los ladrones, los preparativos de la crucifixión y cielos de nubes tormentosas”.