Desde el inicio de la pandemia, la asociación de Amas de Casa de Chóvar no había organizado uno de sus actos presenciales más tradicional y multitudinario, la comida del Día de la Mujer, con lo que el reencuentro que tuvo lugar ayer en el municipio adquirió una connotación de hecho histórico inevitable.
Tal era el sentimiento de satisfacción compartida, que la organización quiso obsequiar a las asistentes -prácticamente un centenar- con un obsequio especial, un recetario cuya confección surgió como paliativo de la separación impuesta por las restricciones sanitarias que las distanciaron.
Explican que al no poder organizar actividades presenciales, pensaron en comenzar a recopilar «las recetas más tradicionales y así conservarlas para los nietos y las nietas se acuerden algún día».
De hecho, ese es el título que le han puesto a la obra: De abuelas, madres a hijas e hijos. Recetas de cocina de ayer, de hoy y de siempre. Sugerencias como el bollo de tomate o los sequillos, por poner solo dos ejemplos de las diferentes propuestas que han plasmado sobre el papel.
En la comida, las integrantes de la junta hicieron algo más, preparar una de esas recetas, almendras con azúcar, un postre «muy típico de los pueblos con almendros», como es el caso de Chóvar.
Tenían muchas ganas de verse, pero sobre todo, de compartir, de recuperar el contacto, que no quieren volver a perder.
