Gran cantidad de público se dio cita en la tarde-noche del Viernes Santo en la capital del Palancia para presenciar la Procesión Capitular del Santo Entierro que estuvo presidida por el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, y el cabildo de la catedral, así como las primeras autoridades civiles con la alcaldesa de la ciudad, Mª Carmen Climent, y miembros de la corporación.

Al igual que el público, fue también muy numerosa la presencia de cofrades de las tres cofradías, encabezando la comitiva la Cofradía de la Verónica, seguida de la cofradía del Santísimo Cristo de San Marcelo, y por último la Cofradía de la Santísima Trinidad y cerrando el desfile, la banda de la Sociedad Musical de Segorbe.

Esta procesión llevaba tres años sin celebrarse con normalidad ya que en 2019 se desarrolló por el interior del claustro de la Catedral por la lluvia y en 2020 y 2021 se suprimió por la pandemia del covid

Es este el desfile más solemne de los que se celebran en la semana santa segorbina y la presencia de varios pasos como el Nazareno, y la virgen de los Dolores, aportaron más interés y vistosidad a la procesión que se vienen caracterizando desde antiguo por la sencillez y humildad de sus comitivas en contraste con la fastuosidad y colorido de los desfiles que tiene lugar en otras ciudades episcopales. Esta circunstancia tiene una difícil explicación aunque se piensa que puede ser debido a un escrupuloso respeto con las manifestaciones de la pasión, durante la edad media.

La figura central de la procesión es el Cristo yacente, realizado en el año 1949 en el taller de Enrique Pariente que como viene siendo habitual en los últimos años fue portado a hombros por representantes de las tres cofradías a partes iguales. 

Aunque a lo largo del fin de semana son numerosos los actos religiosos programados, destaca también la procesión del Encuentro en la mañanica de Pascua de este domingo que discurre entre el estruendoso ruido de la pólvora y el tañido de campanas, poniendo fin a la Semana Santa.

Lo religioso, combinado con lo popular y festivo, representa para Segorbe en estas fechas, un aliciente turístico de primera magnitud que numerosas personas aprovechan para pasarlo en la ciudad.