Después de las lesiones de rodilla, son las lesiones del pie y del tobillo las más frecuentes; éstas pueden ser agudas o por sobrecarga.

En el tobillo es frecuente la lesión del tendón de Aquiles, que si no se trata de una manera adecuada puede terminar cronificándose. En la fase crónica presenta fibrosis, tendinitis degenerativa y microroturas que avanzan hacia una rotura completa del tendón.

La tendinitis aguda debe ser diagnosticada de una manera correcta con ecografía o resonancia magnética y tratarse correctamente hasta la recuperación completa. Si no se cura por completo, pasa a la cronicidad con degeneración y rotura tendinosa. Debemos evitar la infiltración de corticoides en el tendón, pues favorece la degeneración y posterior rotura.

periostitis de tibia

Otra lesión frecuente en quienes participan en carreras de montaña es la periostitis de tibia, especialmente tras aumentos bruscos de volumen (horas o kilómetros) en el entrenamiento y con grandes desniveles. También pueden asociarse a alteraciones biomecánicas en la pisada o en los ejes pie-tobillo, tobillo-rodilla y rodilla-cadera. En ocasiones precisan estudios podológicos con plantillas correctoras y/o tratamiento rehabilitador con ejercicios de potenciación muscular, ejercicios excéntricos de los músculos tibiales y extensores, ejercicios de estiramientos y ejercicios propioceptivos adecuados para prevenir estas lesiones.

En el estudio biomecánico no debemos olvidar la importancia de la exploración de los tendones tibiales, pues la tendinitis crónica del tendón tibial posterior es frecuente y tras una elongación progresiva del tendón puede condicionar un pie plano.

El síndrome de impingement o atrapamiento tibio astragalino es frecuente en corredores sobre superficies irregulares, en saltadores y en futbolistas. Suele producir dolor durante la carrera en la cara anterior del tobillo, así como una limitación de la movilidad en flexo extensión.

La lesión ligamentosa más frecuente en el corredor de montaña es la entorsis de tobillo o esguince del ligamento peroneo-astragalino anterior. Tras una correcta exploración física y una confirmación diagnóstica con ecografía debe ser correctamente tratado hasta la recuperación funcional completa con potenciación músculo tendinosa y ejercicios propioceptivos.

Si no se tratan de manera correcta terminan con esguinces múltiples y tobillos laxos. Tras haber sufrido esguinces crónicos se produce una grave artropatía excéntrica de tobillo que termina produciendo artrosis degenerativa.

*Especialista en medicina

del deporte