El matador de toros de Burriana, Vicente Soler, ha decidido pasarse a las filas de plata, una iniciativa que ha tomado de forma meditada tras dos años sin vestirse de luces por culpa de la pandemia. El diestro quiere mantenerse en el mundo taurino y admite que la única manera es en un segundo plano, actuando como banderillero a las órdenes de otros toreros. Una apuesta sincera, meditada y que le honra, pues no siempre todos los toreos son capaces de llegar a ser figuras, misión casi imposible, y reconocerlo no es una decisión fácil para los que luchan por ello y se juegan la vida. 

"La falta de oportunidades es lo que ha motivado esta decisión. No ha sido fácil tomarla, pero soy consciente de la situación y realista. Quiero sentirme realizado en el mundo del toro y este es otro camino para conseguirlo. Ahora estoy muy ilusionado con esta nueva etapa y con ganas de ponerme de nuevo el vestido de luces, aunque sea de plata, y demostrar mis cualidades con el capote y con las banderillas". Son las palabras sinceras y claras de Vicente Soler, que tras comunicar este cambio, se ha volcado de lleno en su entrenamiento. "Oportunidades no me van a faltar y yo voy a estar preparado. Quiero verme ya en las ferias", expone el de Burriana. 

Ya tiene preparados dos vestidos para esta nueva andadura, un celeste y plata suyo y un berenjena y azabache que estrenó su padre cuando Vicente debutó con caballos y que está prácticamente nuevo. "Si el año que viene debuto como torero de plata en mi tierra, en la Feria de la Magdalena de Castelló, quizá estrene algún terno"

Debutó con picadores en Castelló el día 6 de marzo del 2013, cortando una oreja a un buen novillo de El Parralejo. 

Tuvo una exitosa presentación en Las Ventas, donde cortó una oreja a un astado de Los Chospes el 6 de abril del 2014. 

Tomó la alternativa en Castelló el 3 de marzo del 2016 de manos de Juan José Padilla y con Paquirri como testigo. Cortó dos orejas de un toro de Matilla, de nombre ‘Adulador’.

En sus cuatro temporadas como matador de toros ha hecho el paseíllo en 10 corridas de toros, entre España y América, y ha cortado 14 orejas. 

Tres tardes ha toreado en Castelló como matador de toros, consiguiendo salir a hombros en las dos primeras. 

ADIÓS A UNA ETAPA

Vicente Soler tuvo una destacada carrera novilleril, en la que ganó algunos certámenes e incluso llegó a cortar una oreja en Las Ventas, mérito que guarda para su interior como uno de sus mayores logros. En 2016 tomó la alternativa en Castelló con un cartel de figuras --Padilla y Paquirri--, saliendo a hombros tras cortarle las dos orejas a su segundo toro, triunfo que le valió para repetir al año siguiente, donde también abriría por segunda vez consecutiva la puerta grande. Tuvo que esperar dos años después, en 2019, para volver a la Feria, esta vez con una exigente corrida de Adolfo Martín. Superó la prueba pero le falló la espada y salió andando, sin saber que aquel sería su último paseíllo de oro. 

"He toreado poco, pero siempre ha habido entrega en todo lo que he hecho. Es verdad que me ha podido faltar oficio o rodaje, pero es algo evidente, y eso lo suplía con ganas y actitud", admite el torero, no sin antes matizar que lo que más le costó superar para tomar esta decisión fue el buen nivel de la última tarde como matador de toros. "Me encontré muy bien con los dos toros de Adolfo en Castelló y la pena fue la espada, si no llego a pinchar hubiese salido de nuevo a hombros y quién sabe. Me vi tan bien, que me costaba pensar que después de aquello podía acabar mi carrera"

No ha terminado su carrera, pero se le cierra una puerta para abrirse otra. Vicente Soler puede tener un hueco entre los de plata por su habilidad con el capote y por su facilidad con las banderillas, condiciones que han hecho que muchos de sus compañeros ya le hayan llamado para torear a sus órdenes. El de Burriana tiene condiciones para que su plata sea de ley y brille como si de oro se tratase. En sus manos está. "Voy a torear con todos los que me llamen, que me vean, y demostrar mis condiciones. Puedo tener mi sitio y, con paciencia, estoy convencido de que llegará mi momento para seguir disfrutando de mi pasión, la tauromaquia", concluye.