Si usted, quien lee, tiene hijos, puede hacerse una idea bastante aproximada de lo que significa y lo que implica un parto. Y si es mujer, no necesita que quien escribe le de más datos sobre el dolor, lo complicado y todo lo que entraña traer al mundo a un niño a una niña.

Si usted, quien lee, está pensando en tener hijos o incluso está muy cerca de tenerlos, seguro que también ha leído y visto mucha documentación referente a ello.

Imagínese ahora, por un momento, que le dijeran que existe la forma de quedarse solo con lo bueno: Fuera el dolor, nada de sufrimiento ni esfuerzo, y sin ningún tipo de complicaciones.

Hipnosis y parto sin dolor ¿Realidad o ficción?

Para Marie Mongan, según sus estudios y su experiencia propia, estamos ante una incuestionable realidad.

Marie Mongan, fundadora de HypnoBirthing, método basado en la autohipnosis para evitar los dolores del parto, fue Decana universitaria, hipnoterapeuta clínica y directora del HypnoBirthing Institute. Y ha sido reconocida en todo el mundo por su labor dentro de la disciplina clínica de la hipnosis.

Su método, el HypnoBirthing, ha ayudado a miles de mujeres en todo el mundo a dar a luz sin dolor gracias a la autohipnosis.

Mongan apuesta por la autohipnosis que «no pone a las mujeres en trance ni las hace dormirse, es más bien algo similar a soñar despierto o concentrarse. Como cuando estás absorto en un libro o mirando el fuego. Se trata de estar completamente relajado, pero en total control de lo que ocurre y pudiendo hacer un seguimiento de lo que sucede alrededor», señaló Mongan en una entrevista a The Washington Post en el año 2000.

¿Cómo es la fórmula?

Existen muchas maneras de llegar a la autohipnosis y lo ideal es dedicar un tiempo de aprendizaje apara poder hacerlo de una manera natural y sencilla.

Una de las técnicas podría ser ésta, combinada con visualización, que ofrece arcopsicología:

Acuéstese cómodamente en un espacio tranquilo y sin ruidos, con una luz tenue o agradable. Luego dirija sus ojos hacia arriba como si quisiera verse las cejas y mantenga un rato la mirada fija hasta que note cansancio en los párpados. Llegado ese momento cierre los ojos y descanse.

Mantenga todo el tiempo una respiración profunda y lenta. Recorra mentalmente sus extremidades sintiendo como éstas están pesadas y sueltas de forma relajada y vaya soltando la musculatura suavemente.

El siguiente paso en su práctica de autohipnosis es la visualización. Vea, imagine y sienta un paisaje agradable que le transmita paz y sosiego. Huela el aroma del aire, oiga los sonidos, etc. mientras deja que su cuerpo se sumerja más y más en el estado de relajación.

Una vez sienta que ha llegado al punto de relajación máximo, estará preparado para introducir la imagen que desee.

Un resultado con aval

Después de formarse y leer a innumerables autores, y tras sufrir las consecuencias de dos partos en los que el dolor y el sufrimiento fueron los protagonistas, Marie Mongan decidió dar un vuelco a su forma de concebir aplicando técnicas hipnóticas.

Mongan había recorrido entonces los Estados Unidos hablando y promoviendo la técnica del hipnoparto que ella misma había utilizado, para ayudar a otras mujeres.

Una técnica que está avalada por la ciencia además de por las experiencias y las vivencias personales de Mongan y sus pupilas.

Así lo demuestra la investigación publicada en la revista internacional BJOG, revisada por pares, especializada en obstetricia y ginecología.

En el estudio se analizaron al azar 680 mujeres, entre las que no hubo grandes diferencias estadísticas en el uso de la epidural, y se observó cómo las mujeres del grupo de intervención, que sí habían acudido a preparación para autohipnosis, tenían niveles de miedo y ansiedad reales más bajos que los previstos entre el inicio y las dos semanas posteriores al parto.

Mejoraron sus expectativas de forma considerable

El Doctor Soo Downe, profesor de estudios de partería en la Universidad de Central Lancashire, en Inglaterra, y autor principal de la investigación, señaló que «aunque las participantes eran escépticas inicialmente, acabaron apostando de manera positiva por la técnica al ver los resultados».

Una prueba más de que el aprendizaje promovido por Marie Mongan, funciona.

El método Mongan

Lo que Mongan se ha dedicado a transmitir durante décadas, hasta su fallecimiento el pasado año, es la aplicación de una técnica clínica pero que también consiste en la incursión en un cambio de filosofía de vida que se basa en la forma en que hace miles de años nuestras antecesoras daban a luz.

El obstetra británico Grantly Dick-Read, en 1920, fue uno de los primeros en empezar a poner en marcha el concepto de parto natural.

Es una técnica de hipnosis que no consiste en dormirse ni entrar en trance alguno, si no en tener un control total de la situación.

De ese modo se logra conseguir que las endorfinas reemplacen a las hormonas del estrés, causantes de las contracciones y el dolor durante el parto.

«Cuando cambias la forma en que ves el nacimiento, la forma en que naces cambiará», Marie Mongan.