Ha llegado la hora. Estamos a punto de entrar en la semana 12 desde que allá por los primeros días del mes de febrero se inició en nuestro país la administración de la vacuna de AstraZeneca. Y si han pasado 12 semanas quiere decir que está llegando el momento de ponerse la segunda dosis, tal y como se dijo entonces a cada uno de los que se vacunaban.

Pero entre medias han pasado tantas cosas… tantos dimes y diretes, sospechas, rumores, acusaciones y hasta una suspensión de administración de la vacuna en muchos países del mundo.

Pasó todo lo que hacía falta, y más, para que la desconfianza se disparase y nos encontremos sin saber muy bien qué hacer a más o menos una semana de comenzar a inyectar las más de 3 millones de segundas dosis.

Son 3.551.481 las personas que hasta el momento han recibido esta vacuna. Pero a prácticamente todos les han puesto sólo la primera dosis. Y una ridícula cifra de 238 personas son las que han recibido la pauta completa.

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¿A quién se vacuna con AstraZeneca?

Desde aquellos días cercanos al 10 de febrero, en Europa la aparición de algunos casos muy raros de trombosis de senos venosos cerebrales o trombosis venosa cerebral entre vacunados con AstraZeneca supuso un cambio radical respecto a su administración.

Consecuencia de ello es que, ahora mismo en España, sólo es administrada a personas mayores de 60 años.

Entonces ¿Qué va a ocurrir con aquellos menores de 60 que les toca en los próximos días la segunda dosis? Personas más jóvenes pero de riesgo, entre los que hay policías, profesores, farmacéuticos o bomberos, que ahora mismo no tienen muy claro si van a recibir la segunda, y cómo será.

Es la pregunta que se están haciendo cientos de miles de españoles que, pasadas las 12 semanas de rigor, esperan ansiosos que el Ministerio de Sanidad se pronuncie al respecto.

Pero mientras los políticos se lo piensan, los científicos se mojan.

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Concretamente la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ya se ha mostrado claramente partidaria de continuar normalmente con la pauta establecida para esta vacuna.

A esta postura se ha sumado también gran parte de la sociedad científica, como la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), que pide a Sanidad «que siga las recomendaciones de la EMA y no retrase más la administración de la segunda dosis de esta vacuna a los profesionales esenciales que ya recibieron la primera y que han quedado en una situación de incertidumbre».

Para la SEFAC no existen razones ni evidencias científicas que aconsejen el retraso, por lo que los farmacéuticos ponen encima de la mesa varias consideraciones.

No vacunar cuesta vidas: al retraso general en el ritmo de la vacunación ha de sumarse que los colectivos esenciales incluidos en los grupos de la estrategia de vacunación del Sistema Nacional de Salud tienen una alta exposición al COVID-19, lo que supone un riesgo mucho mayor que el derivado por los posibles efectos secundarios de cualquiera de las vacunas para el COVID-19.

Entre estos grupos están los fisioterapeutas, farmacéuticos, protésicos dentales, personal de instituciones penitenciarias, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, emergencias y Fuerzas Armadas, docentes, y trabadores sociosanitarios.

Existe contradicción entre el mensaje ministerial de que las vacunas son seguras y la restricción de hacerlo con la vacuna de AstraZeneca solo a una franja de edad, ya que no existe evidencia suficiente para restringir la administración de esta vacuna por razones de edad.

La propia infección por COVID-19 presenta un riesgo de incidencia de trombosis de senos venosos cerebrales muy superiortrombosis de senos venosos cerebrales al de la población general o al de las personas que han sido vacunadas con Pfizer o Moderna, así como con la vacuna de AstraZeneca.

«La pauta completa de vacunación se realizará, preferiblemente, con la misma vacuna», dice textualmente el Ministerio de Sanidad en su documento sobre estrategia de vacunación. Y sin embargo especula con la posibilidad de poner una segunda dosis de diferente vacuna a las personas menores de 60 que ya han recibido una primera vacuna de AstraZeneca.

La experimentación con segundas dosis alternativas, como está haciendo Sanidad a través del ensayo CombivacS, llevará un tiempo que no conviene perder.

• Al igual que otras organizaciones, como la Federación de Asociaciones Científico-Médicas (FACME), SEFAC no considera necesario restringir el acceso de la vacuna a pacientes con trombos previos, pues el beneficio de protegerse frente al virus sigue siendo mucho mayor al riesgo de sufrir un acontecimiento adverso con la vacuna, según las investigaciones realizadas hasta la fecha.

La vacuna de AstraZeneca, además, en los estudios que se realizan sobre todo en Gran Bretaña, está teniendo unos datos de protección tanto a corto plazo, en generación de anticuerpos, como a largo plazo, en Células T, muy importantes y muy satisfactorios.