Se abren nuevas vías para las terapias de inmunoterapia. Todo aquel avance vinculado con el cáncer, una enfermedad que acaba actualmente con la vida de más de diez millones de personas –según cifras de 2020 de la Organización de Naciones Unidas (ONU)– cada año en el mundo, suscita gran interés, y el descubrimiento del Instituto Salk de Estudios Biológicos no podía ser menos.

El equipo investigador de este laboratorio científico ubicado en La Jolla, en el estado de California, al oeste de Estados Unidos, ha demostrado en sus pruebas preliminares cómo los tumores hacen que las células inmunitarias pierdan su capacidad para combatir el cáncer.

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El asunto está en que este tipo de células, hambrientas y ansiosas de energía, acaban ingiriendo las grasas dañinas producidas por los tumores, lo que supone que su funcionalidad se vea severamente afectada.

Este descubrimiento, por novedoso, abre vías hasta ahora desconocidas para el desarrollo de inmunoterapias para el cáncer.

El estudio del Instituto Salk ha sido publicado en la revista científica Immunity.

Cómo el cáncer se sirve de la «grasa mala»

El estudio se centró en el análisis de la grasa mala (LDL) existente en grandes cantidades en los tumores.

Confirmando ese exceso de lípidos y lípidos oxidados, el siguiente paso, que es el descubrimiento vital, fue observar y entender cómo las células T asesinas de nuestro organismo responden a las LDL de los tumores ingiriendo gran cantidad de esos lípidos oxidados, lo que provoca que las T se vean afectadas.

Este hecho promueve que «cuando las células T se estresan por los lípidos oxidados, cierran sus funciones antitumorales«, impidiendo por tanto un correcto funcionamiento del sistema inmunológico.

En resumen: Al ingerir esas grasas oxidadas,las células T asesinas del paciente «suprimen su capacidad para matar las células cancerosas».

Este hallazgo, al saber mejor cómo actúa el cáncer en el organismo del enfermo, permite a los investigadores iniciar el desarrollo de nuevas vías de tratamiento que permitan aumentar la capacidad del sistema inmunológico del paciente para combatir al cáncer.

Esto se llevaría a cabo reduciendo el daño oxidativo de los lípidos en las células T asesinas ya que de esta manera se lograría dulcificar el microambiente hostil generado por el tumor, permitiendo una inmunoterapia mejorada.

Una nueva vía de investigación para acabar con unas de las enfermedades más dañinas de nuestra sociedad actual.

Qué es el inmunometabolismo

inmunometabolismo En todo este desarrollo teórico, la ciencia conocida como inmunometabolismo del cáncer toma una importancia radical.

Es un campo aún en estado inicial y que debe desarrollarse de forma potente para lograr resultados reales, pero actualmente ya ofrece algunas soluciones y vías de investigación como la marcada por el Instituto Salk de Estados Unidos para frenar y acabar con el avance del cáncer.

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Este inmunometabolismo se encarga de estudiar la manera en que el metabolismo de las células inmunitarias «se reprograma dentro de los tumores y se ve impulsado por alteraciones en la disponibilidad de nutrientes».

Ayudará a entender la forma lógica en que unos y otros se relacionan dentro del organismo del paciente.

Una nueva vía de actuación, que al fin y al cabo es lo más importante, para intentar desarrollar terapias y tratamiento que ayuden a acabar con una de las grandes lacras de la sociedad.