Las neurotoxinas que se encuentran en el veneno de las serpientes de cascabel podría ser el mecanismo molecular responsable de la mortalidad por Covid-19.

Así lo han señalado investigadores de la Universidad estadounidense de Arizona, en colaboración con la Universidad de Stony Brook y la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake Forest, como se recoge en el Journal of Clinical Investigation.

Te puede interesar: Todo lo que hay que saber sobre la vacunación del coronavirus en adolescentes

«Los pacientes con coronavirus fallecidos tenían niveles más altos de sPLA2-IIA -enzima que juega un papel importante en la inflamación de los vasos sanguíneos-9,6 veces mayor que los pacientes leves”, dice el informe.

Los investigadores llegaron a esta conclusión tras el estudio de 127 muestras de plasma de pacientes recolectados entre mayo y junio de 2020 (en plena pandemia del coronavirus).

Los resultados preliminares, publicados en la citada revista, podrían permitir trazar nuevas estrategias para hacer frente a la COVID-19.

«Clínicamente útil»

Además, recalca el estudio, la Spla2-IIA tiene similitudes con una enzima activa en el veneno de la serpiente de cascabel. Esta enzima se encuentra en bajas concentraciones en personas sanas y, hace hincapié el artículo, desempeña un papel esencial en la defensa contra las infecciones bacterianas.

Esta enzima se libera «en un determinado momento· en cantidades tan elevadas «que las cosas se dirigen en una dirección realmente mala, destruyendo las membranas celulares del paciente y contribuyendo así a la insuficiencia de múltiples órganos y a la muerte».

Además del estudio de esta enzima, también se tuvo en cuenta en la investigación diferentes factores de riesgo que podrían asociarse a una mayor mortalidad por el SARS-CoV-2.

Estos factores de riesgo son la edad, el Índice de Masa Corporal (IMC) y enfermedades previas.

 

Por eso, el estudio señala que, en el estudio clínico de estos pacientes, debe incluirse el nivel de sPLA2-IIA. Se trataría de un nuevo parámetro para reducir la mortalidad relacionada con la COVID-19.

«El estudio apoya una nueva diana terapéutica para reducir o incluso prevenir la mortalidad por Covidien-19», sentencia Maurizio Del Poeta, también coautor del estudio

¿Cuál es el nivel de sPLA2-II A «preocupante»?

«Ningún paciente grave con sPLA 2-IIA menor de 10 nanogramos por mililítro murió por COVID-19», destaca el estudio. «Por el contrario, el 75,4% de los pacientes en la categoría de «graves o fallecidos» tenían sPLA 2-IIA superior a 10 ng / mL».

«De los ochenta índices clínicos medidos, los niveles circulantes de sPLA 2-IIA fueron un factor de riesgo el más importante relacionado con la mortalidad por COVID-19», dice el autor.

El estudio de esta enzima se remonta a la década de los 80, cuando se descubrió que un mayor nivel estaba relacionado con sepsis graves.

Los pacientes que sufrieron está enfermedad grave tenían un alto porcentaje de de sPLA2-IIA.

Sin embargo, en ese momento no se había estudiado a partir de que nanogramo por milímetros aumentaba el riesgo de fallecer.