La oxitocina, también conocida como la ‘hormona del amor’, se encarga de regular la felicidad, la empatía y el cariño por las personas.

Aunque se sabe que esta hormona está muy relacionada con las interacciones sociales, que también interfiera en el entorno online es un dato muy novedoso.

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Y es que un estudio reciente de la Universidad Tecnológica de Nanyang (Singapur) ha descubierto que los niveles de esta sustancia se alteran cuando interactuamos en las redes sociales.

¿Instagram regula la oxitocina de las personas?

¿Instagram regula la oxitocina de las personas? En esta investigación participaron 57 estudiantes de la propia universidad, todos ellos con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años.

La edad de corte se centra en la generación de los llamados ‘nativos digitales’. Este grupo se caracteriza por relacionarse en las redes sociales de manera casi natural, ya que las han asimilado desde edades muy tempranas.

En el estudio, revisaron los perfiles de Instagram de estas personas al completo: perfil, publicaciones, seguidores y seguidos.

Además, les tomaron muestras de ADN, les realizaron una encuesta sobre ansiedad y otra sobre sus relaciones de pareja.

De este modo, comprobaron que aquellos participantes que tenían una pequeña variación en un gen asociado a la oxitocina tendían a seguir a más personas en Instagram.

En concreto se trata del gen OXTR, una proteína que funciona como receptor de la ‘hormona del amor’.

Con esto, llegaron a una preocupante conclusión: Cuando los usuarios se sienten más valorados al tener más seguidores, interacciones o posts exitosos en sus redes sociales, la oxitocina aumenta.

Sin embargo, el efecto inverso es potencialmente devastador para la salud mental de los jóvenes. En conclusión, hoy en día Instagram regula la oxitocina de las personas (con todo lo que conlleva).

Sin embargo, los propios autores del estudio han destacado que se ha realizado con una muestra de personas muy pequeña, en un entorno muy concreto, por lo que los resultados deben tomarse con cautela.

Aun así, según ha explicado el autor principal del estudio, Gianluca Esposito, sus resultados pueden ser muy útiles para inspirar investigaciones futuras sobre la sociabilidad en línea.

¿Es tóxica Instagram?

¿Es tóxica Instagram? Un reportaje publicado por The Wall Street Journal a mediados de septiembre alertaba sobre la existencia de un preocupante informe interno de Instagram.

En él se señalaba el impacto negativo que las comparaciones podían tener en las usuarias adolescentes de la red social.

La investigación de Instagram recogía que «el 32 % de las chicas adolescentes dijo que cuando se sentían mal con sus cuerpos, Instagram les hizo sentirse peor», según recoge WSJ.

La compañía, por su parte, ha negado que Instagram sea tóxica y asegura que sus investigaciones internas son para asegurar que la plataforma «tiene el mejor impacto posible».

Aunque esta red social sigue buscando soluciones para evitar las sensaciones negativas, como ocultar el número de ‘me gusta’, estudios como el actual ponen de relevancia lo perjudicial que puede ser Instagram para algunas personas.

La oxitocina y el apego

La oxitocina y el apego La oxitocina es una hormona generada en el hipotálamo, con multitud de funciones.

Se genera durante el orgasmo para provocar las contracciones uterinas que favorecen el ascenso de los espermatozoides.

Es la responsable del cariño tranquilo de las parejas consolidadas, una vez que la euforia de la dopamina ha ido disminuyendo.

Y también es la causante del vínculo inmediato que se genera entre alguien que acaba de dar a luz y su hijo. Y es que, más que la hormona del amor, es la hormona del apego.

En esas miradas o en esas palabras entonadas como caricias con el recién nacido nos empezamos a involucrar socialmente con el bebé. Así se propicia la danza del apego que favorece la regulación emocional.