A estas alturas, cuando la explosión de contagios se mantiene y la variante Ómicron comienza a amenazar la capacidad de los hospitales, cualquier malestar parece haberse convertido en alguno de los síntomas de haber pillado el coronavirus.

Un poco de catarro, una pequeña tos, un queso que huele menos de los que debería, un par de estornudos seguidos, la jaqueca de siempre pero que ahora parece diferente… todo desata el temor de que estamos contagiados.

Y suena la alarma en la familia, y nos vamos hacer cola en el centro de salud…

Es cierto que ni la obsesión que tenemos, ni el temor que genera, ni la reacción que provoca parecen demasiado racionales. Pero la consecuencia real es que todo comienza a saturarse. Y los hospitales ya han empezado a tener problemas de sitio.

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Queremos saber qué variante nos ha contagiado

Hoy,en contra de lo que dice la OMS, se ha puesto de moda la afirmación de que Ómicron no genera enfermedades graves.

Por esa razón, la mayoría de nosotros queremos poder detectar si esa fiebre o ese positivo en el test de antígenos es realmente Ómicron… o debemos preocuparnos.

Y aunque la mayoría de las pruebas rápidas de antígenos y PCR pueden detectar esta variante en concreto (la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) ha asegurado que solo hay algunas pruebas que no lo hacen), los resultados no le indican al usuario con qué variante está infectado.

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¿Son diferentes los síntomas de Ómicron?

Podríamos decir que existen diferencias sutiles entre los síntomas de la variante Ómicron y las anteriores.

Incluso aunque algunas diferencias en los síntomas se consideren fiables, a partir de datos preliminares, lo cierto es que los expertos no están seguros de que sean significativas.

Estamos hablando de síntomas basados en los datos publicados la semana pasada por la aseguradora de salud privada más grande de Sudáfrica.

Según ella, los sudafricanos contagiados por Ómicron a menudo desarrollan picazón o dolor de garganta junto con congestión nasal, tos seca y dolor muscular, especialmente dolor lumbar.

 

¿En España tenemos datos de los síntomas más frecuentes?

En nuestro país ya tenemos datos porque los acaba de hacer públicos el Ministerio de Sanidad.

Enumeran como principales síntomas de la nueva variante

Incluso añaden que ocasionalmente, en los casos más graves, la variante Ómicron puede llegar a provocar

Es cierto que de una u otra manera todos estos síntomas de la variante Ómicron también podrían ser atribuibles a la variante Delta, e incluso al coronavirus original, pero los expertos aseguran que

«todavía es demasiado pronto para identificar con seguridad diferencias entre los síntomas de Omicron y de otras versiones anteriores».

La pérdida del sentido del olfato y del gusto en Ómicron

Uno de los síntomas más característicos de las anteriores cepas era la pérdida del sentido del olfato y del gusto. Pero en esta variante es un problema mucho menos frecuente

Cuantificado en datos, las investigaciones que existen hasta la fecha sugieren una diferencia importante:

– Mientras que los contagiados con la variante original del SARS-CoV-2 informaron de pérdida de olfato un 48% y de pérdida del gusto un 41%

– Un análisis de un pequeño brote de Ómicron entre personas vacunadas en los Países Bajos encontró que solo el 23% de los pacientes informaron pérdida del gusto y sólo el 12% informó pérdida del olfato.

Quedaría por confirmar si estas diferencias se deben a la nueva variante o buen son consecuencia del estado de vacunación de las personas analizadas.

Los síntomas varían según el estado de vacunación

Otra de las conclusiones a las que están llegando los investigadores tras diversos análisis es que muchos síntomas de la Covid-19 varían según el estado de la vacuna de una persona.

Concretamente en un estudio de la Universidad de Nueva York considera que:

– Mientras los pacientes vacunados tienden a presentar dolor de cabeza y congestión, con presión en los senos nasales que puede llegar a provocar dolor,

– los pacientes no vacunados tienen más probabilidades de tener dificultad para respirar y tos, junto con síntomas similares a los de la gripe.

Es decir, que los pacientes vacunados que han sido contagiados con Ómicron describen su enfermedad como un resfriado fuerte, con los típicos dolores de cabeza, dolores musculares y fiebre,

las personas no vacunadas presentan la misma dificultad para respirar, tos y síntomas similares a los de la gripe que ya se daban entre las personas no vacunadas que estaban infectadas con Delta o con el coronavirus original.

La diferencia del tiempo de incubación

Si bien no es exactamente un síntoma, sií que resulta una diferencia importante entre la variante Ómicron y las anteriores.

Después de que alguien esté expuesto, se necesitan tan solo 3 días para que esa persona desarrolle síntomas, se vuelva contagiosa y de positivo en la prueba, en comparación con los entre 4 y 6 días que hacían falta con Delta, y que eran un comportamiento igual al del coronavirus original,

Como dice el Dr. Waleed Javaid, director de prevención y control de infecciones en el Mount Sinai de la ciudad de Nueva York, esto podría deberse a que las mutaciones de la variante ayudan a que el coronavirus se adhiera e ingrese en las células más rápido, agregó.