La historia se repite con demasiada frecuencia. Puede que incluso con tanta, que algunos ya se hayan insensibilizado a lo tremendo de las historias personales que se esconden tras una imagen: una familia es desalojada de una casa en la se cobijan. En este caso, una joven madre de 20 años y sus dos hijas de 3 y 2 años. Ocupaban la vivienda. Pero que a nadie se le olvide que estamos a dos golpes de mala suerte de acabar en la calle. Algunos solo a uno y qué no haríamos para protegernos y proteger a lo que más queremos.

En medio de este maremágnum de noticias sobre desalojos y gente que pierde su casa ha habido una fotografía que ha sobrecogido a las redes sociales. Se trata de la imagen de una de las hijas de Jennifer (así se llama la joven desahuciada en Alicante) que mira cómo un cerrajero cambia la cerradura de su casa. Un 'mandao' que cumple con su trabajo pero que tiene un gran impacto en la vida de las pequeñas. En el espejo también se refleja la silueta de un agente de policía, otro 'currito'. Posiblemente ninguno de los dos desearía estar ahí, aguantando la atenta mirada de la pequeña que no sabe lo que pasa, ni qué va a ser de su pequeña familia. Ellos se lo puede imaginar.

Si se preguntan cuáles son los planes de Jennifer, esta volverá a casa de su madre por el momento hasta que le concedan el alquiler social al que tiene derecho. Esta joven cobra una renta activa de inserción de 451,92 euros al mes, y hace un año y medio que solicitó poder acceder a un piso de alquiler social. Esta madre de 20 años ha sido víctima de malos tratos.