Una discusión en una panadería por pedir una barra de pan en catalán acaba en los juzgados

La defensa de la clienta espera que la querella por amenazas y acoso se archive: "No tiene recorrido penal"

Imagen de la panadería.

Imagen de la panadería. / A.C.N.

A.C.N.

Una discusión entre una clienta y la propietaria de una panadería de L'Estartit (Baix Empordà) por pedir una barra de pan en catalán ha acabado en los juzgados. Los hechos ocurrieron el 22 de junio del año pasado, cuando la mujer entró en el establecimiento y le pidió a la dependienta que le sirviera una barra de pan. Según explica la demandada, la trabajadora le exigió que lo dijera en castellano, pero ella se negó y la discusión subió de tono. Este hecho hizo intervenir a la propietaria, que acabó presentando una querella por acoso contra la clienta, ya que en días posteriores regresó a la panadería para reprenderle la actitud.

La dueña del negocio también ha demandado a la clienta por un delito de amenazas debido a algunas publicaciones en las redes sociales que la demandada asegura no haber hecho. Por su parte, la defensa de la clienta espera que la querella por amenazas y acoso se archive dado que, a su entender, "no tiene recorrido penal".

Vista judicial

Este jueves, en los juzgados de la Bisbal d'Empordà, se han reencontrado la propietaria y la mujer que, hasta hace medio año, era clienta habitual del establecimiento. Según ha explicado el abogado de la demandada, Arnau Muntadas, la mujer volvió en días posteriores a la panadería para pedirle explicaciones a la propietaria por su actitud. Fue en la tercera visita cuando solicitó un formulario de reclamaciones para poder narrar lo sucedido y presentar la queja correspondiente. Este es, según Muntadas, el argumento que utiliza la acusación para presentar la querella por acoso. El abogado considera que el hecho de haber ido a pedir explicaciones "en ningún caso" puede constituir un delito y recuerda que hace meses que su clienta no mantiene ningún contacto con la demandante.

Sin embargo, la demanda no se limita a esta cuestión, ya que también se amplía a un delito de amenazas debido a algunas publicaciones que aparecieron en redes sociales. La defensa asegura que la mujer no fue la autora de dichas publicaciones y pide que se investigue quién fue el responsable.

Testigos

Por todo ello, Muntadas considera que "no hay base penal" y solicita que se archive el caso. "La víctima ha relatado la discusión por poder hablar en catalán y ya está. Entendemos que el acoso debe ser algo reiterado e intenso, y en ningún momento se ha podido probar la existencia de amenazas", ha señalado el abogado.

En la vista celebrada este jueves en la Bisbal, se ha citado a ambas partes, pero solo ha declarado la demandante en calidad de testigo. En cuanto a la demandada, esta se ha acogido a su derecho a no declarar, tal como ha explicado su abogado. El motivo, según Muntadas, es que primero desea que declaren los testigos que ese mismo día estaban en la panadería y aquellos que estuvieron presentes en los días posteriores, cuando su clienta volvió a recriminar la actitud de la propietaria.

"No se han practicado todas las pruebas. Una vez realizadas, nuestra clienta no tiene ningún problema en declarar", ha subrayado el abogado, quien ha advertido que, una vez concluido el procedimiento, "se reservarán las acciones legales que consideren pertinentes".

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