El mundo se dirige hacia un futuro donde el calentamiento global extremo impactará drásticamente en todos y cada uno de los aspectos de la vida humana. Si la temperatura global aumenta tres grados de media (el escenario ahora mismo más probable), el calor extremo provocará pérdidas de horas de trabajo y productividad que podrían ascender hasta 1,4 billones de euros anuales. "Cada grado extra causará más pérdidas económicas. Y a medida que el mundo se calienta, estrategias como trasladar el trabajo a las horas más frescas del día dejarán de ser efectivas", concluye un estudio publicado este mismo martes en la revista científica 'Nature Communications'. 

El análisis señala el impacto del aumento global de las temperaturas en la actividad de las personas que trabajan a la intemperie. Sobre todo en el sector agrícola y en el de la construcción, donde las jornadas laborales suman gran cantidad de horas y se realizan, en gran parte, al aire libre. "Si las temperaturas globales suben dos grados más respecto al presente, será casi imposible realizar estos trabajos de manera segura durante las tardes de verano en muchos lugares del mundo", destaca la investigación. 

A escala global, se estima que países como India, China, Pakistán e Indonesia sufrirán el mayor número de horas laborales perdidas por calor extremo, ya que gran parte de su población trabaja en exteriores. El estudio también señala una larga lista de regiones donde el aumento global de las temperaturas provocará las mayores pérdidas por cápita en el mercado laboral. Entre los países más afectados destacan Emiratos Árabes Unidos, Bangladesh, Tailandia, Gambia, Senegal, Camboya, Ghana y Sri Lanka.

"Lamentablemente, muchos de los países y de las personas más afectadas por estas pérdidas laborales no son responsables de la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero que han desencadenado la crisis climática", argumenta Luke Parsons, investigador climático de la Escuela de Medio Ambiente Nicholas de Duke y primer autor de esta investigación.