Diez años de cárcel por comprar los favores sexuales a una niña en Vila-real

Diez años y cuatro meses de cárcel por los delitos continuados de abuso sexual a menores y corrupción de menores, el pago de una multa de 3320 euros por un delito de quebrantamiento y una indemnización de 5.000 euros para la víctima. Es la condena impuesta por la Audiencia Provincial de Castellón a un hombre, de origen rumano y de 66 años, por comprar los favores sexuales de una adolescente de 15 años que, además, vivía una situación familiar compleja y tenía carencias tanto económicas, como emocionales.

Los hechos por los que ha sido condenado sucedieron en Vila-real en el año 2021. Tal y como declara probado el tribunal en un documento al que ha tenido acceso este periódico, el adulto conoció a la menor cuando esta vendía pulseritas por las calles de la localidad. El hombre se ofreció a ayudar a la niña, que vivía una situación de vulnerabilidad y había residido en varios centros de acogida, y le ofreció su número de teléfono y dirección.

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Aunque el juzgado instructor dictó una orden de alejamiento que le impedía acercarse a la adolescente, el varón la incumplió, siendo consciente de los hechos.

¿Qué dice la sentencia?

Según detalla la sentencia, el hombre se reunía habitualmente con la niña en su domicilio o en el interior de una furgoneta de su propiedad. Allí, le realizaba tocamientos sexuales en sus partes íntimas y en el pecho a la víctima y le ofrecía dinero, a cambio de que ella le practicara sexo oral. Estos abusos se repitieron con una periodicidad de dos o tres veces por semana, según consideran probado los tres magistrados, y al término de los encuentros el hombre le daba a la niña entre 20 y 30 euros.

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La familia de la víctima había sido objeto de seguimientos por parte de la administración autobnómica y de los servicios sociales del Ayuntamiento de Vila-real, adoptándose finalmente la guarda provisional de la menor por parte de la Generalitat, a petición coluntaria de la madre de esta. Los encuentros sexuales siguieron llevándose a cabo, estando la afectada en un centro de acogida de la Plana Baixa. Una de las cosas que hizo saltar las alarmas fue que la adolescente volvió al citado centro público con un peinado valorado en 170 euros que le había pagado el ya condenado --aunque la niña al principio dijo que era su tío--. Todo ello motivó que se pusiera una vigilancia discreta a la adolescente para ver qué sucedía.

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Cuando a finales del 2022 se le mostró a la menor una fotografía en la que salían ella y el adulto, se derrumbó y acabó confesando.

El testimonio de la menor

«El primer día dijo que me iba a ayudar y se bajó los pantalones», afirmó durante el juicio celebrado el pasado mes de mayo la chica, que ya fue víctima de abusos en la infancia en les Alqueries por parte de un vecino, que fue condenado.

El condenado, quien se enfrentaba a una petición de 32 años de cárcel de la Fiscalía, lo negó todo durante su interrogatorio en la Audiencia. Tras la sentencia condenatoria, tiene posibilidad de recurrir ante el TSJCV.