Una niña de Castellón acusa a su tío de ponerse nata en el cuerpo y abusar de ella

Un hombre se ha sentado este jueves en el banquillo de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón para enfrentarse a las acusaciones de agresión sexual a una menor que pesan sobre él. El fiscal, que ha tenido que hacer sus interrogatorios por videoconferencia al no poder desplazarse a la Ciudad de la Justicia como consecuencia de la última DANA, pide para el procesado cinco años de cárcel por unos hechos que habría cometido en el 2023 contra su sobrina, de 7 años.

Los hechos sucedieron cuando la pequeña pasaba un periodo vacacional con su familia paterna --los progenitores estaban divorciados--. La niña se quedó en casa de sus abuelos, donde también estaban su padre y un hermano de este. Es a este último a quien señala como la persona que le hizo tocamientos en sus genitales y al que acusa de ponerse nata en sus partes íntimas y decirle a la víctima que se la comiera. 

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La madre grabó la confesión

La madre de la niña, que grabó la confesión de esta con su móvil, declaró ayer que la relación familiar había sido con anterioridad a la separación «muy buena». «La niña ahora está bastante mejor porque le hemos dado mucho apoyo, pero al principio se hacía sus necesidades encima, se aislaba en el colegio, se ponía a la defensiva con facilidad etc..», explicó la progenitora a preguntas de la Fiscalía.

El acusado, por su parte, lo negó todo en su declaración y dijo que solo le había tocado a la menor una cicatriz que tenía en el muslo. Asimismo, dijo estar recibiendo tratamiento psiquiátrico.

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El forense

Sin embargo, el médico forense que lo reconoció tras su detención dijo que conservaba sus capacidades en el momento de los hechos y que no había ningún rasgo en él que hiciera peligrar su imputabilidad. Asimismo, el perito incidió en un comentario que le llamó la atención del acusado: «Dijo que la niña iba siempre sin camiseta por casa y que parecía que se insinuaba» . Una afirmación que también destacó el Ministerio Fiscal.

Uno de los guardias civiles de Vinaròs que tomó la denuncia y escuchó la confesión grabada de la niña apuntó: «Le di visos de credibilidad y coherencia».

Por lo que respecta a la pequeña, se reprodujo en la sala la declaración que hizo en instrucción como prueba preconstituida para no revictimizarla más.

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