Visto para sentencia en la Audiencia Provincial

Piden seis años por abuso sexual con «juegos feos» a su hermanastra de 7 años

Un joven de 24 años, en el banquillo por presuntos tocamientos que la menor relatónLa niña mostró a las psiquiatras que le tocaba «bajo las braguitas»

El acusado, en el banquillo de los acusados, durante el juicio, ayer.

El acusado, en el banquillo de los acusados, durante el juicio, ayer. / Victoria Pitarch

Visto para sentencia en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón el juicio que sentó ayer en el banquillo de los acusados a un joven de 24 años por un delito de abuso sexual a su hermanastra con «juegos feos», como los definió la niña a las psiquiatras que la atendieron, en tres ocasiones, entre octubre y noviembre de 2020, cuando él tenía 20 años y la menor, siete.

La Fiscalía pide una pena de seis años de cárcel, mientras que la acusación particular reclama además una responsabilidad civil de 25.000 euros.

Las declaraciones

En la sesión, que contó con las declaraciones de nueve testigos, entre familiares, peritos y miembros de la Guardia Civil, el acusado declaró que jugaba con su hermanastra (por parte de madre), con quien convivía hasta la separación de los padres, «como hermanos, al pilla-pilla, al escondite, las muñecas, a los animales...» en el salón y en su habitación, donde la niña acudía «para atraer mi atención» y «pedirme que jugáramos mientras estaba con la Playstation».

"Buscaba mi atención"

«Jugábamos a que éramos animales, saltaba sobre mi barriga, mientras yo estaba en la cama con la consola», explicó el joven, que negó rotundamente los hechos en reiteradas ocasiones.

La niña, con 7 años en el momento de los hechos, fue trasladada al Hospital Vithas de Castelló, según relataron los padres, porque «le dolía un diente, y no había comido ni hablado en días, y tenía miedo de tragárselo».

De ahí la trasladaron al General y, al no mejorar, y ante «signos de ansiedad, mutismo absoluto, falta de ingesta y seborrea abundante», la derivaron al Servicio de Salud Mental Infantil del Hospital Provincial. 

«¿A qué juegas con tu hermano?»

Fue allí donde las dos psiquiatras, según declararon, observaron, además de «una hiperfamiliaridad con tendencia a agradar», «una laceración en la parte perianal de la vagina», por lo que «activamos de inmediato el protocolo médico forense por posibles abusos». 

Tras varias sesiones de terapia durante su ingreso, las psiquiatras infantiles detectaron un comportamiento «de bloqueo» al nombrar al hermano. «Cambiaba su actitud, se sonrojaba y se escondía con los peluches», declararon. Al preguntarle a qué jugaba con su hermano, contestó que a «un juego feo», que «es un secreto».

Con la ayuda de muñecos

Y, con la ayuda de tres muñecos, que representaba a ellam su hermanastro y su madre, les enseñó que «él estaba tumbado boca arriba en la cama», y al preguntarle cómo le tocaba, «metió la mano bajo las braguitas y se señaló la vulva».

Por otra parte, explicaron que, a medida que se soltaba, dijo que «la mamá lo sabía o lo podía imaginar», aunque también que les había «pillado», y que «no» sabía nada. La madre lo negó todo. 

La menor, además, seguía el juego, pegándole a la mano del muñeco que era su hermano y diciéndole: para, para» con la manita, con una «reacción emocional psicomotriz que no se puede fingir». 

El padre de la niña, en su declaración, afirmó «desconocer los hechos hasta la llamada de la Policía Judicial» , señalando que «ni como hombre ni como padre concibo hechos como estos». «La niña, con la ayuda de la hípica y la terapia, ha mejorado», explicó. 

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