Juicio por tentativa de asesinato y de homicidio

«Sin mediar palabra me asestó tres puñaladas y una me entró en un ojo»

Dos víctimas relatan al tribunal el ataque sufrido en Torreblanca y los forenses afirman que uno de ellos pudo morir por lesiones en zonas vitales

Imagen del procesado, sentado en el banquillo y custodiado por dos agentes.

Imagen del procesado, sentado en el banquillo y custodiado por dos agentes. / BIGNÉ

Un vecino de Torreblanca se sentó ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial para enfrentarse a una pena de 16 años de cárcel por un delito de tentativa de asesinato y otro, de intento de homicidio.

Una de las víctimas, que declaró por videoconferencia, explicó al tribunal el acuchillamiento repentido que sufrió. Contó, a preguntas del fiscal, que conocía al agresor a través de amigos comunes y que el día de los hechos, el 28 de marzo del 2023, quedó con él en Torreblanca para arreglar unos asuntos relativos a la entrega de las llaves de un apartamento y el préstamo de un coche. «Todavía tengo pesadillas con lo que pasó aquel día. Sin mediar palabra me soltó tres cuchilladas y una de ellas me dio en un ojo», aseveró. «Menos mal que pasó un coche por la gasolinera donde estábamos y me socorrió. Realmente, aquel hombre me salvó la vida porque el acusado me dio, incluso, una puñalada en el corazón», afirmó durante su declaración ante los magistrados.

"Decía: ¡Os voy a matar!"

La segunda víctima declaró que únicamente iba ese día a acompañar a la primera a realizar esa gestiónn. «Mi amigo y yo habíamos comido juntos y me dijo que lo acompañara a Torreblanca a por unas llaves. «De repente, vi que tenía un cuchillo de grandes dimensiones y empezó a decir: «¡os voy a matar!», afirmó el perjudicado, quien también sufrió lesiones por arma blanca en los brazos, el pecho y los hombros. 

Respecto al ataque a la otra víctima dijo: «la primera vez que le dio, fue directo a la cabeza y tiró a cargárselo». Una vez estuvieron los tres fuera del coche, insistió en que el acusado «quería rematar» al primer herido. «Yo cogí unas piedras que encontré en el suelo y se las tiré. Intentaba quitárselo de encima a mi amigo», apostilló.

Las marcas eran de hacer fuerza para acuchillar

Uno de los guardias civiles que declararon en el juicio sostuvo que las rajas registradas en el techo del vehículo eran «de hacer fuerza para acuchillar» y no se un simple forcejeo. Y es que el procesado en su declaración alegó que las lesiones se las causó a las víctimas en un forcejeo. Según su versión, ese día había quedado con las víctimas para abonarles una deuda de drogas, concretamente de cocaína, sustancia a la que dijo que era adicto, si bien no consta en ninguna documentación. «Ese día me subí en un coche con ellos y cuando pararon de forma repentina, me asusté y creí que iba a hacerme algo. El cuchillo solo lo saqué para asustarlos, no quería matarlos», sostuvo en su interrogatorio.

Los forenses afirmaron que el procesado no tenía trastorno por consumo de sustancias y que una de las víctimas pudo haber muerto por las cuchilladas.

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