Cinco años de cárcel por violar y pegar con una correa de perro a su pareja en la Vall d’Uixó
El maltratador, que se enfrentaba a más de 20 años, llega a un acuerdo con la fiscal
El condenado presenta una discapacidad del 44% por un retraso mental

Imagen del procesado, sentado este lunes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial. / BIGNÉ
La Audiencia Provincial de Castellón ha sentenciado a un vecino de la Vall d’Uixó y de nacionalidad española a la pena de cinco años de cárcel y 480 días de trabajos en beneficio de la comunidad por maltrato habitual, lesiones, amenazas, coacciones y agresión sexual a quien fuera su pareja entre 2022 y 2023. Los hechos sucedieron en el barrio de la Moleta, donde el procesado tenía su domicilio.
Según ha admitido el agresor este lunes durante su juicio, el varón imponía su voluntad y tenía el convencimiento de ser superior por el hecho de ser hombre. En este contexto, se producían discusiones frecuentes entre la pareja, en el transcurso de las cuales el maltratador le propinaba golpes y puñetazos a la mujer, llegando a utilizar instrumentos peligrosos para atemorizarla y herirla.
Como recoge la sentencia dictada in voce tras un acuerdo de conformidad entre la defensa, la Fiscalía y la acusación particular, el acusado llegó a producirle a la afectada heridas con un destornillador, así como traumatismos craneoencefálicos. Asimismo, le rompió el teléfono móvil para evitar que hablara con sus allegados, teniendo la víctima que usar el teléfono de su pareja y agresor cuando quería contactar con su familia.
Episodio en una azotea
En uno de los episodios de violencia, el hombre agredió a la mujer, huyendo esta hacia la azotea. Una vez en el terrado, el varón cogió cogió un cable de tender, amenazando a la víctima con ahorcarla. Finalmente, el varón depuso su actitud al percatarse de que había testigos en otras azoteas, que estaban viendo la situación.
En otra ocasión, el hombre obligó a la mujer a practicar sexo anal, pese a la oposición de ella, que le pedía que parara y se quejaba de dolor. El varón le decía que tenía que dejarse hacer y la golpeaba con una correa de perro.
Tal y como sostiene el acuerdo alcanzado, la víctima requirió tratamiento psiquiátrico por ansiedad y problemas para conciliar el sueño. Tanto la policía como los forenses catalogaron su caso como de riesgo extremo, no reclamando ella indemnización económica alguna por estos hechos.
Discapacidad del 44%
El hombre tiene una discapacidad del 44% por retraso mental, lo que le ha valido una atenuante de trastorno psíquico. Por otra parte, se le aplican las agravantes de parentesco y de género.
Además de la pena de cárcel y los trabajos en beneficio de la comunidad, al hombre se le imponen cinco años de libertad vigilada tras su salida de la cárcel (el fiscal aboga por la colocación de un dispositivo telemático para controlar sus movimientos), una orden de alejamiento, prohibición de comunicación y de porte de armas.
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