Al banquillo por segunda vez en una semana

Vuelven a juicio por otra estafa los trabajadores que ya dejaron en Castellón un ‘pufo’ de 500.000 €

Hace días se enfrentaron a 5 años por cargar la empresa dentistas, gimnasios y poner un sueldo ‘gratis’ a sus padres

Ahora los acusan de desviar 66.000 €

Imagen de los dos acusados, padre e hijo, sentados ayer en el banquillo.

Imagen de los dos acusados, padre e hijo, sentados ayer en el banquillo. / BIGNÉ

CASTELLÓN

Dos de los cuatro acusados (miembros de una misma familia) que la semana pasada se sentaron en el banquillo de los acusados de la Audiencia por un presunto pufo de medio millón de euros a una empresa para la que trabajaban volvieron a sentarse ayer frente a un tribunal por otra estafa. 

Si hace unos días, padre e hijo (así como la madre y otro de los hijos) se enfrentaban a cinco años de cárcel por cargar a la empresa gastos de gimnasio, dentistas o restaurantes en fin de semana y poner un sueldo gratis a los progenitores; ahora se enfrentan a otros tres años por estafa agravada. 

La acusación

La Fiscalía sostiene que enviaron un correo simulando ser una empresa y comunicando a otra que habían cambiado el número de cuenta bancaria para realizar los pagos, cuando realmente estaban proporcionando una cuenta bancaria a la que los procesados tenían acceso. En noviembre del 2018, según el relato del Ministerio Público, recibieron más de 66.000 euros de la empresa perjudicada, que pensaba que estaba pagando un servicio, y, con la intención de no ser descubiertos, realizaron transferencias a sus propias cuentas.

Por videoconferencia y con la ayuda de una intérprete de árabe declararon ayer en el juicio los responsables de la empresa perjudicada. Uno de ellos recordó que hacían pedidos a una empresa de productos agrícolas de Castellón para llevarlos a Palestina. «Hicimos un pedido con una provisión de fondos de 66.000 euros, pero la empresa en cuestión dijo que no les había llegado nada. Hablamos con nuestro banco, nos dijo que faltaban unos datos y lo subsanamos. El dinero se envió y nunca lo hemos recuperado», empezó a contar el primer testigo.

"Cambiaron los datos del banco"

La segunda persona arrojó algo más de luz a la supuesta operativa. Contó que, en medio de la operación, recibieron instrucciones para cambiar la cuenta bancaria a la que había que enviar el dinero. «Nos dieron datos de un banco nuevo y no sospechamos», respondió la empleada, quien dijo no haber detectado que había alguna variación sutil en las letras del correo del interlocutor. 

En tercer lugar declaró un hombre que en el pasado hizo negocios con los acusados (compraba licores a la empresa de distribución de bebidas para la que estos trabajaban). El testigo, en un tenso interrogatorio del fiscal, negó haber participado en la estafa. «A mí me pidieron ayuda para que estas personas les hicieran un ingreso en su cuenta, pero yo desconocía cuál era el negocio y no cobré ningún tipo de comisión», alegó el testigo, quien señaló que los procesados «necesitaban dinero, aunque no sé por qué».

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