La muerte del acusado deja sin juzgar en Castellón una agresión sexual a una menor

La Audiencia de Castellón debía sentar ayer en el banquillo de los acusados a un hombre por un presunto delito de agresión sexual a una menor de edad. Sin embargo, la sesión se suspendió al tener conocimiento la sección Segunda de este órgano de la muerte del procesado, lo que deja extinta la responsabilidad penal que se pudiera haber derivado de los hechos. 

La Fiscalía solicitaba una pena de tres años y medio de prisión para el varón, a quien señalaba como autor de unos tocamientos a una niña que tenía 13 años en el momento de los hechos. Al parecer, el suceso tuvo lugar el 1 de junio del 2023 en una terraza en la que se encontraba el ya fallecido, la pareja de este, la niña en cuestión y la abuela de esta. Según mantenía la acusación pública en su escrito de calificación provisional, el encausado aprovechó que la menor llevaba una falda para tocarle el muslo por debajo de la mesa.

La petición que existía

Como consecuencia de estos hechos, la niña precisó intervención psicológica y, además de la pena privativa de libertad para el hombre, el fiscal pedía también una orden de alejamiento de 300 metros ni la prohibición de aproximarse o comunicarse con le víctima por tiempo de cuatro años y seis meses. Asimismo, abogaba por una medida de libertad vigilada durante tres años (posterior al cumplimiento de la pena de cárcel). En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Público pedía que se indemnizara a la afectada en la cantidad de 3.000 euros, un dinero que ya no percibirá al haber muerto el presunto agresor.

El tribunal deberá dictar ahora un auto de sobreseimiento libre, que supondrá el archivo definitivo de la causa penal frente al fallecido exclusivamente (no sería así, en caso de que los hubiere, con otros posibles investigados en la causa).

Otros casos

No es, ni mucho menos, la primera vez que el fallecimiento de un investigado deja sin juicio delitos graves. Quizás uno de los casos más mediáticos de los últimos años en la provincia es la muerte en prisión preventiva del líder de la secta sexual de Vistabella, presunto cabecilla de una trama de agresiones sexuales y coacciones a menores y mujeres adultas en la masía de la Chaparra. Aun así, sí se sentarán en el banquillo el próximo mes de abril cinco mujeres y un hombre por participar en abusos a nueve menores en una organización que tenía al líder, conocido como tío Toni, como una deidad.

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Otra muerte que dejó sin juzgar el asesinato machista de la vila-realense de 20 años Andrea Carballo fue el de su verdugo, su exnovio Víctor Llorens. La joven fue raptada y asesinada por su ex, que estrelló en el coche en el que iban contra una gasolinera de Benicàssim.

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