11 años de cárcel por violar a su novia, apalearla y amenazar con tirarle ácido en Almassora

El maltratador le atizaba con cinturones y decía que la dejaría «calva» para que nadie la mirara

Le revisaba el móvil y le ponía cuchillos al cuello

Imagen del maltratador condenado, sentado en el banquillo de los acusados durante su juicio.

Imagen del maltratador condenado, sentado en el banquillo de los acusados durante su juicio. / BIGNÉ

CASTELLÓN

Condenado por un delito de agresión sexual, otros dos de lesiones en el ámbito de la violencia de género, un delito leve de amenazas y otros dos, de daños. La Audiencia de Castellón ha impuesto un total de once años y medio de cárcel a un hombre que violó y apaleó a quien fuera su pareja, a la que le controlaba el teléfono y la amenazaba con rociarla con ácido y dejarla «calva» para que nadie la mirara. Así lo contó ella en el juicio oral cubierto por este periódico y así lo recoge también la sentencia condenatoria de la sección Segunda.

El procesado (sentenciado previamente por quebrantamiento de condena y amenazas en el ámbito de la violencia machista) mantuvo una relación sentimental con la víctima y convivieron en Almassora unos ocho meses, desde julio del 2021 a marzo del 2022.

El tribunal ha considerado probado que el procesado tenía «fijación» con el teléfono de la mujer y que la controlaba. «Te voy a dejar calva para que nadie te mire y te rociaré con ácido» o «túmbate o te corto el pescuezo» son solo algunas de las expresiones que le profería el ahora condenado a su entonces pareja sentimental.

El procesado no satisfecho y enfurecido, cogía un cinturón con el que golpeaba a la mujer por las piernas y en el costado y luego, le pegaba con un zapato.

Humillaciones y temor

Al menos en una ocasión, el hombre también la agredió sexualmente, bajo amenazas. «Ella, totalmente sometida por los golpes, las humillaciones sufridas y el miedo que sentía, en silencio, acató la voluntad del procesado», reza el documento judicial.

Otro día se presentó en el trabajo de la afectada, con intención de registrar su ordenador y, en otra ocasión, llegó a colocarle un cuchillo al cuello. «Eres una puta; dame el teléfono porque tienes algo que ocultar», le decía de forma recurrente en su obsesión por el móvil.

La perjudicada, como consecuencia de todos estos hechos, sufrió sintomatología ansioso-depresiva exacerbada y precisó de intervención especializada. Según detalla la sentencia, la mujer presenta características que son habituales en personas que han sufrido violencia habitual dentro de una relación sentimental.

Además de las penas de prisión anteriormente descritas, el maltratador deberá pagar una multa de 600 euros por los delitos de daños y una indemnización para la víctima que roza los 12.000 euros por lesiones y daños morales.

Una vez salga de prisión, no podrá acercarse a menos de 500 metros de la afectada ni comunicarse con ella por ningún medio durante un plazo de cinco años. n

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