Los bomberos salvan en Castelló a 6 personas arrastradas por el viento cuando hacían kayak y paddle surf

Como agua de mayo. La presencia de los bomberos de Castelló en la playa del Gurugú del Grau ha sido este sábado milagrosa y es que, gracias a la realización de unas prácticas acuáticas en la zona (los efectivos estaban haciendo una formación con nuevos equipamientos), han podido actuar cuando se ha desencadenado una situación de riesgo máximo. Su presencia ha sido especialmente valiosa al no contar todavía la playa del Grau con servicio de socorrismo durante la Semana Santa, a diferencia de lo que sucede una vez iniciada la temporada estival.

Como ha podido saber Mediterráneo, media docena de personas, que habían comenzado una actividad en la playa del Pinar con kayaks y tablas de paddle surf, estaban siendo desplazadas a causa de las fuertes rachas de viento, sin poder hacer nada por evitarlo. Al parecer, esta emergencia ha sido avistada por los bomberos municipales, que se encontraban durante toda la jornada realizando la formación práctica sobre la arena.

Una guardia en la piel de los bomberos de Castelló

Corriente y viento

Los efectivos han visto como incluso alguna persona se lanzaba al agua, desesperada y presa del miedo, e intentaba nadar sin éxito hacia la orilla. La corriente y el viento de poniente eran, sin embargo, demasiado fuertes, por lo que los usuarios de estos deportes acuáticos habían quedado vendidos ante el cambio del viento y el estado de la mar, que había conseguido llevarlos desde el Planetari hasta pasado el aeroclub.

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Ante esta situación, los efectivos han entrado al agua rápidamente con las motos de agua y han logrado poner a salvo a las seis personas afectadas. Paralelamente, se ha dado aviso a los servicios sanitarios, que han atendido a las víctimas, presentando varias de ellas síntomas de hipotermia. Al lugar también han acudido efectivos de la Policía Local.

Por suerte para los bañistas, el olfato de los bomberos y su rápida actuación han permitido que el suceso no tuviera peores consecuencias. Y es que, en bañador, sin agua ni teléfonos móviles (y sin servicio de socorrismo), la suerte de las víctimas hubiera podido ser muy distinta de no ser por los bomberos.

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Reciente incendio en la finca de Castelló

Esta semana, el mismo cuerpo municipal de bomberos ya tuvo una actuación muy destacada (junto a la primera patrulla de la Policía Nacional en llegar al lugar y la segunda, de la Local) en el incendio que devoró un edificio en el barrio de Grapa, concretamente en el edificio Luropa de la calle Fernando el Católico.

Las imágenes del espectacular incendio en el edificio Luropa II de Castelló

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Dos bomberos de 31 y 39 años tuvieron que ser atendidos por inhalación de humo, así como algunos vecinos, durante la emergencia. Pese a lo escandaloso de las llamas y los daños materiales (una veintena de personas todavía permanecen realojadas en hoteles y casas de familiares), el voraz incendio no se cobró ninguna víctima mortal ni herido de gravedad. Un auténtico milagro, como reconocieron las autoridades, si se compara con la tragedia de Campanar (València).

Un aislante de poliuretano inflamable propulsó el fuego en la finca de Castelló