Aplazan el juicio de la secta sexual de Vistabella
El juicio iba a empezar este mismo martes, pero el fiscal ha aducido que necesita más sesiones para juzgar
Las partes se deben reunir y el Tribunal debe decidir una nueva fecha de inicio

Dos de las mujeres citadas en el juicio por la secta sexual de Vistabella. / Erik Pradas

La Audiencia Provincial de Castellón ha aplazado este martes el juicio por la secta sexual de Vistabella del Maestrat a pocos minutos de que empezase la primera sesión.
La Fiscalía ha sido la que ha pedido el aplazamiento de este proceso por considerar insuficientes las sesiones programadas, que eran cuatro (desde este martes hasta el viernes). El fiscal de este juicio, Javier Carceller, ha dicho a los medios de comunicación que necesitaría al menos "20 sesiones" para poder realizar un juicio en condiciones adecuadas.
Carceller ha afirmado que debe haber más días de juicio, teniendo en cuenta que son "55 testigos, 25 informes médicos" y, además, las nueve víctimas y los seis acusados.
Ahora, las partes se deben reunir para ver sus agendas y el Tribunal que debe juzgar tendrá que señalar una nueva fecha para el inicio del juicio, que por el momento se desconoce.
Uno de los abogados defensores, Vicente Chesa, ha declarado a la salida del juzgado que está "de acuerdo" con el aplazamiento.
El caso
Seis personas (cinco mujeres y un hombre) se sientan en el banquillo por formar parte de una secta sexual en la localidad de Vistabella: están acusados de participar en nueve delitos de abusos sexuales continuados contra menores de edad entre los 12 y los 17 años, así como de un delito de asociación ilícita. La Fiscalía pide para los acusados penas que en total suponen 326 años de prisión, y de manera individualizada entre 16 y 65 años.
La paradoja de este caso es que estarán todos los supuestos implicados... menos el más importante, el líder de la secta, Antonio G. L., quien falleció en prisión dos meses después de ser detenido, en el año 2022, aquejado de múltiples problemas de salud.
Desde 1990
El que fuera gurú de esta organización y tratado casi como una deidad por el resto de integrantes instaló una casa de los horrores en l’Alt Maestrat. Sus actividades delictivas habrían estado activas durante más de 30 años, desde 1990, y comenzó su andadura en Castelló. Al aumentar los miembros de la secta, fue cuando se mudó al chalet de Vistabella.
Con el fallecimiento de Antonio, también llamado por su alias Tío Toni, terminó la responsabilidad penal sobre él quedó extinta a su muerte. Así pues, quedan vivas otras seis personas que sí se enfrentarán a las consecuencias de esta secta destructiva en la que se sometió emocional, sexual y económicamente a adultos y niños.
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